Dulce Nombre de María – 12 de septiembre

Esta celebración está dedicada a honrar y venerar el nombre de María, la madre de Jesús. La devoción al Dulce Nombre de María se ha mantenido a lo largo de la historia de la Iglesia y es una expresión de amor y respeto hacia la Virgen María.

En esta festividad, los fieles suelen participar en misas especiales y servicios religiosos en honor al Dulce Nombre de María. Durante la liturgia, se realizan oraciones y se entonan himnos que resaltan la importancia de María en la vida cristiana y su papel como intercesora ante Dios. También se pueden llevar a cabo procesiones en algunas comunidades, donde se porta una imagen de la Virgen María y se le rinde homenaje.

La devoción al Dulce Nombre de María se basa en el profundo amor y respeto que los creyentes tienen hacia la madre de Jesús. El nombre de María es considerado un nombre de gran significado espiritual y se asocia con la gracia, la pureza y la protección divina. Los fieles buscan la intercesión de María en sus vidas y acuden a ella en busca de fortaleza espiritual y ayuda en sus necesidades.

Es importante destacar que esta festividad no solo es una ocasión para la oración y la devoción, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el papel de María en la historia de la salvación y su influencia en la vida de los creyentes. El Dulce Nombre de María es un recordatorio de la importancia de su ejemplo de humildad y obediencia a la voluntad de Dios.

La Batalla de Viena

La celebración del Dulce Nombre de María tiene sus raíces en la tradición cristiana y se remonta al menos al siglo XVI con algunas comunidades que ya la celebraban. La fecha específica del 12 de septiembre se estableció en recuerdo de la victoria de las fuerzas cristianas en la Batalla de Viena en 1683, que se atribuyó a la intercesión de la Virgen María bajo su dulce nombre.

La Batalla de Viena fue un conflicto militar en el que las fuerzas cristianas, lideradas por el rey polaco Juan III Sobieski, derrotaron al ejército otomano, que había sitiado la ciudad de Viena, Austria. La tradición cuenta que antes de la batalla, el rey Sobieski y sus tropas rezaron a la Virgen María bajo su dulce nombre, pidiendo su protección y ayuda en la lucha contra el enemigo. La victoria que siguió se atribuyó a la intercesión de María, y en agradecimiento, se instituyó la festividad del Dulce Nombre de María el 12 de septiembre.

La celebración se extendió rápidamente en la Iglesia católica y se convirtió en una oportunidad para honrar y venerar el nombre de María como un signo de respeto y devoción hacia la madre de Jesús. La fecha del 12 de septiembre se mantuvo a lo largo de los años como el día oficial de esta festividad.

La festividad ocurre días después de la Natividad de la Santísima Virgen María, en honor también a cuando sus padres le colocaron su hermoso nombre.

El evangelista San Lucas revela el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: «Y su nombre era María«. El nombre de María, traducido del hebreo «Miriam», significa Doncella, Señora, Princesa.

Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave maris stella. El nombre de María está relacionado con el mar pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María. También tiene relación con «mirra», que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de África que produce incienso y perfume.

La Visión de María Valtorta

En los escritos de María Valtorta, se encuentra uno de las visiones que tuvo la mística sobre el momento de la elección del nombre de Nuestra Santísima Madre por sus padres San Joaquín y Santa Ana, dice lo siguiente.

Es la estrella – dice Su signo está en el cielo. ¡María, arco de paz! ¡María, estrella mía! ¡María, Luna pura! ¡María, perla nuestra! Dijo Santa Ana

– ¿María la llamas? Respondió Joaquín

– Sí. María, estrella y perla y luz y paz… le dijo Ana

– Pero también quiere decir amargura… ¿No temes acarrearle alguna desventura? Mencionó el esposo

– Dios está con Ella. Es suya desde antes de que existiera. Él la conducirá por sus vías y toda amargura se transformará en paradisíaca miel. Ahora sé de tu mamá… todavía un poco, antes de ser toda de Dios.