Nuestra Señora del Buen Consejo – 26 de abril

En el lugar donde hoy se encuentra la Basílica de la Madre del Buen Consejo existía una antigua iglesia dedicada a la Virgen María desde el siglo XI. En el año 1356, la iglesia fue entregada por los Colonna, señores de Genazzano, a los frailes agustinos que vivían en un pequeño convento fuera de las murallas desde los años setenta del siglo XIII. El acta notarial firmada en la entrega informa que la iglesia era una parroquia y ya se llamaba Santa María del Buen Consejo.

Comienzos de la Construcción de la Iglesia

En la segunda mitad del siglo XV, una viuda y terciaria agustina llamada Petruccia, venerada desde siempre como beata, puso todos sus bienes a disposición para reconstruir la antigua iglesia, pequeña y en ruinas. Sin embargo, los recursos no eran suficientes y los trabajos fueron suspendidos. Los conciudadanos de Petruccia comenzaron a burlarse de ella, pero la piadosa mujer les respondía: «Mis hijos, no se preocupen, porque antes de que yo muera (y ya era muy vieja) la Santa Virgen María y san Agustín completarán esta iglesia«.

Aparición de la Virgen

Según una antiquísima tradición, no pasó mucho tiempo desde la predicción de Petruccia que el 25 de abril de 1467, fiesta de San Marcos, aproximadamente a la hora de las vísperas, apareció milagrosamente una imagen de la Santa Virgen María sobre una pared de la iglesia en construcción. La población quedó asombrada no solo por el prodigioso evento, sino también y sobre todo por los numerosísimos milagros realizados por la Santa Virgen María, manifestada en esa hermosa Imagen suya. Las gracias y los milagros recibidos por los ciudadanos de Genazzano y de muchas otras ciudades del Lazio fueron registrados por un notario y luego fueron transcritos en un registro especial conservado hasta el siglo XIX (el llamado Código Bombacino, es decir, en papel, o Código de los Milagros). Solo entre el 27 de abril y el 14 de agosto de 1467 se registraron 161 milagros.

El evento milagroso atrajo a Genazzano multitudes de devotos de los pueblos cercanos y luego de todas partes de Italia (toda Italia fue conmovida) e incluso el Papa Pablo II Barbo (1464-1471) envió a Genazzano, como sus observadores, a dos obispos: Gaucerio de Forcalquier obispo de Gap y Nicolás de Crucibus obispo de Lesina. No mucho después del evento milagroso, dos peregrinos albaneses reconocieron en los rasgos de la Virgen de Genazzano la imagen venerada en Scutari en Albania que, de manera no menos milagrosa, se había separado del lugar donde era venerada y había abandonado esas tierras que pronto caerían en manos del sultán.

Señora de Albania

Hoy en día, esta tradición está viva, tanto en Genazzano que celebra la «Venida» de la santa Imagen el 26 de abril de cada año, como entre los albaneses católicos que invocan a la Madre del Buen Consejo con el antiguo título de «Señora de Albania».

Ininterrumpidamente, desde el siglo XV hasta hoy, la presencia mística y materna de María nunca ha dejado de atraer a peregrinos de todas partes y el santuario de Genazzano, considerado una pequeña «Loreto» del Lazio, es visitado cada año por miles de peregrinos italianos y extranjeros que testimonian una agradecida filiación a la Madre del Señor.