Oraciones a San Saturio de Numancia
Santo visigodo y anacoreta patrono de la ciudad de Soria en España. Fue el maestro de San Prudencio.
Oración a San Saturio de Numancia
Glorioso Confesor y penitentísimo Anacoreta San Saturio, sí es para gloria de Dios y honra vuestra que yo consiga lo que pido en esta Novena, alcanzadme esta gracia del Señor, y si no, yo dejo en vuestras manos mi petición, para que pidáis en mi nombre aquello que más convenga para gloria suya y provecho de mi alma.
Amén.
Oración para Pedir la Intercesión de San Saturio de Numancia
Pues sois, Saturio glorioso,
Nuestra alegría y consuelo:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
A una colina eminente
huyendo del mundo vais,
y en sus entrañas buscáis
una cueva diligente,
á quien dá furtivamente
luz el astro luminoso
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
En tan triste soledad,
abismado en penitencia,
castigáis vuestra inocencia
para evitar la maldad;
testigo de esta verdad,
ese sitio tan espantoso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Por los rugientes silbidos
pudo llamarse de veras
más habitación de fieras
que, de justos fugitivos,
más vos hallasteis motivos
para preferirla ansioso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Con desabrido alimento
en continuas oraciones,
con duras maceraciones
pasáis la Vida contento;
de Anacoretas portento,
sois Saturio prodigioso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Con vuestra predicación,
en hábito penitente,
sostenéis constantemente
al pueblo en la religión;
y una sólida instrucción,
le dirige al fin dichoso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Destruida la herejía
con un celo nunca visto,
á las banderas de Cristo
todos vienen a porfía,
cantando con melodía,
el triunfo más portentoso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Justamente admira el mundo
de tu santidad la prueba;
pues que vuelves a la cueva
y su retiro profundo,
después que has hecho fecundo
terreno tan infructuoso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Por inspiración del cielo
á ello el joven Prudencio,
viene a buscar con silencio
su deseado consuelo;
mira con ardiente anhelo,
y ve el monte delicioso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Más no pudiendo pasar
el río por su corriente,
le sirve de barca y puente
el deseo de llegar;
pone el pie sin reparar,
y allá llega venturoso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Por siete años compañía
os hace en la soledad;
con vos vive en santidad
alabando noche y día,
con cánticos de alegría,
al Dios justo y poderoso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Vuestra patria nuinantina
y los pueblos comarcanos
con sentimientos cristianos
buscan protección divina,
y su afecto los inclina
al santuario milagroso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Un niño cayó jugando
en el cauce del molino,
su madre os encuentra fino
cuando á Saturio llamando
su niño viene saltando
risueño, alegre y hermoso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Otra madre que angustiada
á vos su niña presenta,
también el remedio encuentra
dejándola consolada:
pues estando desandada,
sana se la dais piadoso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Como cien varas de altura
cae un niño, y con estruendos
en precipicios horrendos
va a encontrar su sepultura;
os llama, y en. tal premura
obráis portento asombroso:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
Y pues sois tan cuidadoso
en mirarnos desde el Cielo:
«Conservad el patrio suelo
En el más, dulce reposo».
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