Biografía de Santos Emeterio y Celedonio de Calahorra – 3 de marzo
Emeterio y Celedonio fueron dos grandes soldados romanos que abrazaron el cristianismo y prefirion ser torturados y martirizados antes de negar su fe.
Historia de los Santos Emeterio y Celedonio de Calahorra
Calahorra, ubicada en La Rioja, España, comparte un lazo profundo con los santos Emeterio y Celedonio, cuyos martirios están vinculados a esta ciudad, posiblemente también por ser su lugar de origen. Aunque algunos sugieren que León podría ser su cuna, según antifonarios y breviarios leoneses del siglo XIII, la interpretación de «ex legione» podría referirse a la Legión Gemina Pia Felix a la que pertenecieron, acampada cerca de la antigua Lancia, hoy León, según las «Actas de Tréveris» del siglo VII.
En la parte alta de Calahorra se encuentra la iglesia del Salvador, posiblemente erigida como testimonio perpetuo de su martirio, donde antes existió un convento franciscano y previamente la primitiva catedral visigótica, destruida por los musulmanes en el año 923. Las circunstancias precisas del martirio de estos santos, no mencionadas por Prudencio, se han perdido en parte debido a la orden del emperador Diocleciano de quemar códices antiguos y expurgar escritos de su época.
La falta de detalles, como nombres y circunstancias específicas, dificulta precisar el momento exacto del martirio. Se especula sobre si ocurrió al comienzo del siglo IV durante la persecución de Diocleciano o a mediados del siglo III durante la de Valeriano. Aunque Prudencio, nacido alrededor del 350, no menciona directamente este evento en sus escritos, se presume que se refiere a la mitad del siglo III.
Tortura y Martirio de los Santos Celedonio y Emerito
Emeterio y Celedonio, hermanos según algunos relatos, fueron condecorados con el torques, una distinción romana de origen galo, por su valentía y disciplina militar. Enfrentados a la disyuntiva de apostatar su fe o abandonar la profesión militar, optaron por dar sus vidas por Jesucristo. Tras sufrir larga prisión, donde su cabello creció, resistieron razonamientos, promesas y tormentos, preparados por su reciedumbre castrense. Su martirio tuvo lugar en el arenal del río Cidacos, y según el relato, al subir al cielo el anillo de Emeterio y el pañuelo de Celedonio, dejaron una señal de su triunfo.
La veneración de estos mártires comenzó pronto en Calahorra, y sus restos fueron llevados a la catedral del Salvador. A lo largo del tiempo, iglesias en Vizcaya, Guipúzcoa y otras regiones españolas, así como el sur de Francia, resguardaron preciosas reliquias. La catedral que se alza cerca del arenal donde derramaron su sangre conserva sus cuerpos.
Hoy en día, Emeterio y Celedonio, santos cantados por Prudencio y recordados por Isidoro y Eulogio, son los patronos de Calahorra, considerados hermanos no solo de sangre, sino también de patria, ideal, profesión, fe, martirio y gloria. Su legado perdura como testimonio de valentía y devoción en la historia de la ciudad.
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