Biografía de San Vicente de Zaragoza – 22 de enero
San Vicente es considerado como uno de los tres grandes diáconos que dieron su vida por Cristo. Junto con Lorenzo y Esteban Corona, Laurel y Victoria forma el más insigne triunvirato. Lo que conocemos de este santo lo sabemos gracias a San Agustín, San León Magno y San Ambrosio.
Historia de San Vicente de Zaragoza
Vicente era descendiente de una familia consular de Huesca, y su madre, según se cuenta, era hermana del mártir San Lorenzo. Sus estudios eclesiásticos los realizó en Zaragoza, junto al obispo Valero, quien, por su falta de facilidad de expresión, lo nombró primer diacono para ayudarle en tan importante tarea.
Las Persecuciones de Diocleciano
En esos tiempos, el emperador Diocleciano había decretado una de las más sanguinarias y crueles persecuciones que ha habido en la historia contra la Iglesia y que fue aplicado por Daciano en las tierras donde ahora es España. Las cárceles, que estaban reservadas antes para los delincuentes comunes, al poco tiempo fueron llenadas de obispos, presbíteros y diáconos. Al pasar Daciano por Barcelona, fueron asesinados San Cucufate y Santa Eulalia. Cuando llega a Zaragoza, pidió que se detuvieran al obispo y a su diácono, Valero y Vicente, y trasladarlos a Valencia.
La Tortura de San Vicente de Zaragoza
A ambos les hicieron el primer interrogatorio, pero fue Vicente fue quien respondió por los dos, intrépido y con palabra ardiente. Daciano se irrita, manda al destierro a Valero, y Vicente es sometido a la tortura del potro. Su cuerpo es desgarrado con uñas metálicas. Mientras lo torturaban, el juez intimaba al mártir para que negara su fe en Cristo. Vicente rechazaba indignado tales ofrecimientos. Daciano, desconcertado y humillado ante aquella actitud, le ofrece el perdón si le entrega los libros sagrados, pero el santo poseía una valentía inexpugnable. Exasperado de nuevo el Prefecto, mandó aplicarle el supremo tormento, colocarlo sobre un lecho de hierro incandescente. Nada puede quebrantar la fortaleza del mártir que, recordando a su paisano y posible familiar San Lorenzo, sufre el tormento sin quejarse y continúa bromeando entre las llamas.
Fallecimiento del Diácono Vicente
Vicente fue entonces encerrado a un calabozo siniestro, oscuro y fétido «un lugar más negro que las mismas tinieblas», dice Prudencio. Luego presenta el poeta un coro de ángeles que vienen a consolar al mártir. Iluminan el antro horrible, cubren el suelo de flores, y alegran las tinieblas con sus armonías. Hasta el carcelero, conmovido luego de tal acto, se convierte y confiesa a Cristo. Daciano manda curar al mártir para someterlo de nuevo a los tormentos. Los cristianos llegan de prisa a curarlo, pero apenas comenzaron a colocarlo en su lecho, Daciano queda defraudado ya que, en ese momento, Vicente falleció y su alma voló al. Esto ocurrió en el mes de enero del año304.
Daciano guiado por su enojo, ordenó que mutilaran el cuerpo del santo y luego lo lanzaran al mar. Ocurrió un milagro más, ya que las olas del mar lo devuelven a tierra para proclamar ante el mundo el triunfo de Vicente el Invicto.
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