Biografía de San Benigno de Todi – 13 de febrero

Santo sacerdote y monje que fue cruelmente torturado por llevar el evangelio de Cristo a los páganos romanos.

San Benigno de Todi es también recordado por un antiguo relato de un monje que intentó llevarse la reliquia de su cabeza en una ocasión, pero que no pudo hacerlo ya que no encontró la salida del monasterio.

Historia de San Benigno de Todi

En la antigua ciudad de Todes, hogar de uno de los primeros monasterios benedictinos de Hungría llamado «De las Milicias», se teje una narrativa de fervor y devoción, pero también de una extraña tentativa de robo sagrado. Cuenta la tradición que un fraile, impulsado por una falsa devoción, intentó llevarse la cabeza de un santo que reposaba en un relicario de plata en este monasterio. La elección fue la reliquia de San Benigno. En su arrebato, el fraile se vio impedido de salir del templo al no poder ubicar las puertas que, hasta momentos antes, conocía de manera clara. Finalmente, se vio obligado a devolver la cabeza del santo a su lugar sagrado.

San Benigno, un ferviente propagador de la fe cristiana que vivió en la segunda mitad del siglo III en Todi, una de las ciudades evangelizadas tempranamente en Hungría, destacó por su alegría y entusiasmo al compartir la palabra de Dios. El obispo Ponciano, reconociendo su devoción y sinceridad, lo consagró presbítero para liderar la congregación y difundir la Salvación. En tiempos de persecución bajo los emperadores Maximiano y Diocleciano, Benigno arriesgó su vida para brindar apoyo espiritual a la comunidad cristiana. Visitó a los confesores encarcelados, alentó a los débiles y acompañó a aquellos que enfrentaban torturas y martirio.

Martirio de San Benigno de Todi

Tras superar el peor momento de la persecución, Benigno, lleno del Espíritu Santo, se lanzó a predicar abiertamente sobre Jesucristo, enfocándose en la conversión de los paganos que practicaban la idolatría. Su discurso destacaba la futilidad de adorar ídolos y cómo este culto ofendía al único Dios digno de adoración y capaz de ofrecer salvación a todos. Despreocupado por su propia vida, Benigno se consideraba portador de la verdad universal, proclamando que solo Jesús era el Señor al que todos debían servir.

Esta valentía tuvo consecuencias previsibles. Benigno fue apresado y sometido a tormentos, pero su fe permaneció inquebrantable. Finalmente, el 13 de febrero del año 303, fue ejecutado con la decapitación. Su cabeza fue guardada como reliquia y esta es la que aquel fraile intentó robar de aquel monasterio benedictino.

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Oraciones a San Benigno de Todi

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