Biografía de San Arnulfo de Metz – 18 de julio

Santo obispo y patrono de los cerveceros.

Historia de San Arnulfo de Metz

Arnulfo nació el 31 de agosto del año 582. Sus padres pertenecían a una distinguida familia franca y vivía en la sección este del reino fundado por Clodoveo I. El joven santo sobresalió en la escuela por su buen comportamiento y talento. Con el tiempo, fue enviado a la corte de Teodoberto II, rey de Austrasia, para que aprendiera lo relacionado al gobierno. Gracias a la guía del acalde del palacio, Gondulfo, el santo se volvió muy bueno y habilidoso, por lo que formó parte de los oficiales reales y más tarde, entre los primeros ministros del rey. El santo llegó a ser un gran distinguido comandante militar y a tener una gran habilidad en la administración civil, se le dieron a su cargo 6 provincias.

El Nuevo Obispo de Metz

San Arnulfo contrajo matrimonio con una mujer de linaje noble y tuvieron dos hijos a quienes llamaron Ansegis y Clodulfo quién se convertiría también en obispo y en santo. Arnulfo obtuvo grandes logros en este mundo terrenal, pero en su mente y corazón rondaba la idea de lograr mucho en el ámbito religioso. Sostuvo la idea por mucho tiempo de convertirse en monje junto a un amigo del corte llamado Romarico e irse a la abadía de Lérins. La sede Episcopal de Metz quedó vacante. Arnulfo fue designado universalmente como un candidato valioso para el oficio y fue consagrado obispo de esa sede cerca del año 611. En su nueva posición el estableció el ejemplo de una vida virtuosa para sus súbditos y atendía asuntos del gobierno eclesiástico. En el 625 tomó parte en un concilio llevado a cabo por los obispos francos en Reims.

Con todo esto, Arnulfo retuvo su puesto en la corte del rey y tomó una destacada parte en la vida nacional de su gente. En el 613, después de la muerte de Teodoberto, él, con Pipino de Landen y otros nobles llamaron a Austrasia a Clotario II, Rey de Neustria. Cuando en el 625 el reino de Austrasia le fue confiado a Dagoberto el hijo del rey, Arnulfo se convirtió no sólo en el tutor, sino también en ministro en Jefe del joven rey. En el momento del alejamiento entre los dos reyes en el 625, Arnulfo junto a otros obispos y nobles trató de efectuar una reconciliación. Pero Arnulfo temía las responsabilidades de la oficina episcopal y se cansó de la vida de la corte.

Fallecimiento de San Arnulfo de Metz

Cerca del año 626 obtuvo la designación de un sucesor a la oficina Episcopal de Metz. Él y su amigo Romarico se retiraron a un lugar solitario en las montañas de los Vosgos. Allí vivió en comunión con Dios hasta su muerte. Sus restos, enterrados por Romarico, fueron transferidos cerca de un año más tarde por el obispo Goerico, a la basílica de los Santos Apóstoles en Metz.

Los Milagros de San Arnulfo de Metz

De este gran santo tenemos conocimiento de 3 grandes milagros. En un momento de debilidad espiritual, Arnulfo lanzó su anillo al rio Mosela ya que sentía presión por sus pecados y las guerras de los humanos, el santo dijo a Dios que le devolviera el anillo si le daba la absolución. Luego de unos años, un pescador llegó a donde Arnulfo y le mostró a un pez con el anillo en la boca, dicho anillo aun se conserva en la catedral de Metz.

El segundo milagro ocurrió un día que Arnulfo decidió renunciar a su cargo. Dentro de los sótanos del palacio comenzó un gran incendio que se extendía rápidamente y llegaría hasta el pueblo, San Arnulfo se puso delante del fuego y dijo: “Si Dios quiere que me consuma, estoy en sus manos”. El fuego se detuvo inmediatamente y San Arnulfo siguió como obispo.

Santo Patrono de los Cerveceros

El santo es el patrono de los cerveceros y esto se debe a su tercer gran milagro y el que ocurrió luego de su muerte. Mientras el cuerpo del santo era transportado a donde es la basílica de los Apóstoles en Metz, tomaron camino por Cahmpigneulles, allí se detuvieron los fieles a descansar en una taberna y tomar cerveza. Para sorpresa de los fieles, no había cerveza y solo quedaba un tarro, pero ocurrió el milagro, la cerveza de aquel tarro no se acababa, por lo que todos los fieles pudieron tomar y saciar su sed para así proseguir con su camino.

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Oraciones a San Arnulfo de Metz

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