Oraciones a Santa Inés de Praga
Santa Inés, nacida en Praga en 1211, fue una figura venerada cuya fama trascendió Europa. Hija del rey de Bohemia, Premysl Otokar I, y Constanza de Hungría, vinculada a familias reales destacadas, su vida se caracterizó por la renuncia a la riqueza y el servicio a los menos afortunados. Educada por monjas cistercienses, posteriormente rechazó compromisos mundanos y se consagró a la pobreza siguiendo la inspiración de San Francisco y Santa Clara.
Fundó hospitales, monasterios y una Orden Franciscana en Praga, expandiendo su impacto a través de la Orden de Santa Clara en varios países. Dotada de carismas y rodeada de una luz celestial, falleció serenamente en 1282, dejando un legado perdurable de devoción y servicio en la historia de la Iglesia católica.
Oración a Santa Inés de Praga
Oh Santa Inés de Praga, ejemplar seguidora de Cristo pobre, Patrona venerada de los praguenses y checos, elevamos nuestras plegarias ante tu santidad. Nacida en la nobleza, elegiste la senda de la pobreza y dedicaste tu vida a servir a los menos afortunados.
Santa Inés, modelo de humildad y devoción, encomendamos nuestras vidas a tu intercesión. En tu entrega generosa, fundaste hospitales, erigiste monasterios y guiaste a otros hacia la fe. Con valentía rechazaste compromisos mundanos, prefiriendo vivir según el ideal del Evangelio.
Oh Santa Inés, iluminada por la luz celestial, acepta nuestras súplicas y ruega por nosotros. En tiempos de adversidad, fuiste refugio para los necesitados, atendiste a los enfermos y diste consuelo a los afligidos. Que tu ejemplo inspire nuestras vidas, y que podamos seguir tu camino de amor y servicio.
Santa Inés de Praga, protectora de los desfavorecidos, guíanos con tu sabiduría y bendice nuestras acciones. Que, en la senda de la fe y la caridad, podamos encontrar la gracia de Dios y la paz eterna.
Amén.
Oración a Santa Inés de Bohemia para Pedir su Intercesión
Señor, Dios nuestro, que inspiraste la renuncia a los falsos placeres de este mundo a la santa Inés de Praga y la condujiste por el camino de la cruz hacia la meta de la perfección; te suplicamos que, siguiendo su ejemplo, antepongamos los valores eternos a los caducos.
Oh, Gloriosa Santa Ines: Doy gracias al dador de toda gracia, de quien creemos que procede toda dádiva buena y todo don perfecto, porque te ha condecorado con tantos títulos de virtudes y te ha hecho brillar con los distintivos de tanta perfección.
Convertida en diligente imitadora del Padre perfecto, has merecido llegar a ser perfecta también tú, y tanto, que sus ojos no ven en ti nada imperfecto.
Te rogamos nos asistas en nuestra peticion:
(Mencionar la petición)
¡Qué hermosa eres, virgen de Cristo!
Tú que has merecido recibir la corona del Señor, la corona de la perpetua virginidad.
Nadie podrá arrebatarte la palma de la virginidad, ni separarte del amor del Hijo de Dios.
Tú que has merecido el favor de Dios.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amen.
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