Oraciones a San Raimundo de Fitero

Raymundo Sierra, también conocido como Raymond Serrat, es una figura cuya existencia se ubica en el siglo XII, posiblemente en Saint Gaudens de Garona, Francia, aunque su lugar de nacimiento no está confirmado. Su vida transcurre en un periodo de cambios significativos en Europa, desde su papel como canónigo en Tarazona hasta su destacada presencia como abad en el monasterio de Nienzabas, fundado tras la donación de Alfonso VII en 1140.

Raymundo participa en eventos cruciales, como el traslado del monasterio a Castejón en 1148 y la defensa de Calatrava en 1158, donde, junto con Diego de Velázquez, logran repeler a los moros. En reconocimiento, el rey Sancho III les concede el dominio de Calatrava, donde funda la Orden de Calatrava en 1158. Raymundo fallece en 1163, siendo enterrado en Ciruelos y, posteriormente, trasladado a Toledo en 1471, dejando un legado de dedicación a la fe y la defensa de la cristiandad.

Oración a San Raimundo de Fitero

Oh San Raymundo de Fitero, guía y protector, recurrimos a ti con devoción y humildad. Tú, que dedicaste tu vida a la expansión de la fe y la fundación de monasterios, intercede por nosotros ante la divina presencia.

Concédenos, oh venerable santo, la fortaleza y la sabiduría para superar las adversidades de la vida, al igual que tú superaste las pruebas durante la defensa de Calatrava. Que podamos seguir tu ejemplo de santidad y entrega a la voluntad divina.

Bendito San Raymundo, abad y fundador, imploramos tu intercesión para obtener la gracia que tanto necesitamos (mencionar aquí la petición personal). Confiamos en tu poderosa intercesión y en la misericordia divina.

Oh glorioso santo, que tus virtudes inspiren nuestro caminar diario y fortalezcan nuestra fe. Acepta nuestras súplicas y ruega por nosotros, para que podamos vivir de acuerdo con los principios cristianos que tú tan noblemente representaste.

Amén.

Más Sobre San Raimundo de Fitero

Encuentra más información sobre San Raimundo de Fitero nuestra página.

Biografía de San Raimundo de Fitero – 15 de marzo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *