Oraciones a San Leandro de Sevilla
San Leandro, nacido entre 536 y 540 en Cartagena, destacó por su elocuencia y simpatía. Monje en Sevilla, tras ser elegido obispo, convirtió a los arrianos desafiando al rey Leovigildo. Su destierro no detuvo su labor, escribiendo contra el arrianismo y entablando amistad con San Gregorio Magno. Al regresar, instruyó a Recaredo en la fe, convirtió líderes arrianos y convocó un Concilio en Toledo. Padeció enfermedades con paciencia, y su legado persiste como arzobispo clave en la conversión de los visigodos al catolicismo y la consolidación de la fe en España.
Oración a San Leandro de Sevilla
De virtud y santidad modelo prodigioso: Leandro doctor glorioso de España la fe avivad.
España de gozo llena ilustre cuna os ha dado, con tres Santos hermanado, en la ilustre Cartagena; vuestros padres enajenan ya vuestra fe en tierna edad.
Perspicaz entendimiento, gravedad y compostura fueron ya prueba segura de vuestro adelantamiento; con pasmoso lucimiento erais sabio a la verdad.
Buscando la perfección en un claustro religioso, tratáis con Dios fervoroso en alta contemplación: por algún tiempo mansión hacéis en la soledad.
Vuestra gran luz escondida no quiere el Dios verdadero, sino sobre el candelero donde reflejos despida; elección santa y cumplida os coloca en dignidad.
Mereció veros Sevilla en su silla arzobispal, y a Hermenegildo formal, que entre los mártires brilla, os vio enseñar la sencilla doctrina de la verdad.
De Sevilla desterrado, varias obras escribisteis, y del gran Gregorio fuisteis con el Palio obsequiado, a él estando enlazado con la más fina amistad.
Gobernasteis con amor diócesis tan dilatada, y la fe fue conservada a esfuerzos de un gran fervor; no dando entrada al temor y huyendo la ociosidad.
Quebrantasteis la cabeza, con vuestro celo constante, al arrianismo arrogante, logrando vuestra firmeza que abjure con entereza Recaredo la impiedad.
Benedictino instituto en España establecisteis, y a Florentina le disteis reglas de divino fruto; cogiendo Vos el tributo glorioso en la eternidad.
De nuestra Nación querida, santo é insigne Doctor, alejad siempre el error y haced se conserve unida en la fe, fuente de vida, de paz y prosperidad.
De virtud y santidad sois modelo prodigioso: dad a nuestro afán reposo en toda necesidad.
Amén
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