Oraciones a Nuestra Señora de Copacabana
La advocación mariana de Nuestra Señora de Copacabana surge en Bolivia en el siglo XVI cuando un indígena, Tito Yupanqui, sueña con la Virgen María y descubre una antigua talla de madera que la representa. La imagen se traslada a la Iglesia de Copacabana, convirtiéndose en un importante lugar de peregrinación y símbolo de fe para Bolivia y América Latina. La devoción a Nuestra Señora de Copacabana perdura hasta hoy, siendo considerada la patrona de Bolivia y venerada por su poder intercesor y milagroso ante las necesidades de sus devotos.
Oración a la Virgen de Copacabana
Tú que nos iluminas y nos guías, permítenos disfrutar de tu fiel compañía, que en efecto siempre me acompaña, te pido salud para mí como también por mi familia, que en todo momento seas tú nuestra protección.
Tu que con compasión diriges a tu pueblo, sobre todo socorres al que más te necesita, vengo a ti implorando tu amparo.
De todas maneras, Amada Virgen concédeme Madre Santa la sanidad, desde entonces, que cada enfermedad que padezca mi familia, sea librada en tu nombre.
Madre de Copacabana, Desde el santuario de tu casa, Y con mucha reverencia.
Invoco tu presencia y tu poder, bendice y protege a mis hijos, esposo(a), a mi madre, padre, y hermanos.
Ayúdame a salir adelante, ante cada situación que la vida me presente, y que cada prueba la pueda superar.
Agarrado(a) de tu mano, te lo pido de corazón, que al salir de mi casa seas tú mi guía, al mismo tiempo al volver regrese con tu compañía.
Nuestra señora de Copacabana, dulce y admirable, tú que siempre nos das las fuerzas para continuar, te pido por la salud de mi casa, por mis vecinos, Igualmente por las personas que me rodean, para que tu guardes su entrada y su salida.
Como madre nos acojas, asimismo nos sentimos, protegidos en todo tiempo, bajo tu manto me acomodo, y en tus manos me entrego, y a tus pies de rodillas me postro.
Te suplico virgencita que no desprecies mi oración, que con humildad traigo a ti, mis súplicas son sinceras y con fe, y cuando venimos a ti de corazón, tú nos atiendes amable y bondadosamente.
Milagrosa reina soberana, virgen de Copacabana, me inclino ante tu majestuosidad, y pido en esta oración por salud y sanidad, para las personas que amo, que tu manto celestial los arrope, y que bajo tu regazo estén seguros.
Virgen gloriosa, a ti que eres la más bella madre, tengo el privilegio de recibir de tu bondad, y saber que me proteges a mi familia de la maldad, y que tu compañía nunca de aparte de su lado.
Hazme en todo momento creer en tu santidad, y ver en cada amanecer tus prodigios, permíteme llevar tu testimonio, para que el que no te conozca, pueda creer en ti.
Confió plenamente en que me ayudaras, y veré tu dulce respuesta manifestarse en mi familia, que la salud y que la felicidad provenga de ti.
Para finalizar agradezco a ti, por escuchar mis suplicas, y te pido que nunca te apartes de nuestro lado, de la misma manera que nos mantengas seguros, hasta el último de nuestros días.
Amén.
Oración a Nuestra Señora de Copacabana
Oh bendita y amorosa Nuestra Señora de Copacabana, madre tierna y compasiva, hoy acudimos a ti con humildad y devoción. Tú, que con tu maternal protección guías nuestros pasos y cuidas de cada uno de tus hijos, escucha nuestras súplicas y ruegos.
Dulce Madre, en esta oración te pedimos que intercedas ante tu Hijo amado por nuestras necesidades y anhelos. Acoge nuestras penas y aflicciones, y conviértelas en esperanza y fortaleza para seguir adelante en el camino de la fe.
Virgen de Copacabana, consuelo de los afligidos, refugio de los desamparados, te confiamos nuestras vidas y te pedimos que nos cubras con tu manto protector. Alcánzanos el perdón y la gracia divina, para que podamos vivir en santidad y en comunión con Dios.
Oh María, Reina de misericordia, modelo de virtud y entrega, ayúdanos a ser fieles discípulos de tu Hijo Jesús y a vivir con amor y caridad hacia todos los que nos rodean. Que tu presencia maternal ilumine nuestras almas y nos guíe por el sendero de la paz y la reconciliación.
Te pedimos, Santa Virgen de Copacabana, por nuestra patria y por todo el mundo, especialmente por aquellos que más sufren y necesitan de tu consuelo. Que tu amor maternal abrace a toda la humanidad y nos conduzca hacia un mundo más justo y fraterno.
Amada Madre, te entregamos nuestras vidas y nuestras intenciones, confiados en tu poderosa intercesión ante Dios. Por tu mediación, alcanza para nosotros las gracias que necesitamos para nuestro bien espiritual y material.
Santa María de Copacabana, ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra partida.
Amén.
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