Oraciones a Beata Eusebia Palomino Yenes
Eusebia Palomino Yenes, nacida en 1899 en Cantalpino, Salamanca, provenía de una familia rica en fe pero limitada económicamente. Acompañando a su padre en búsquedas de ayuda caritativa, experimentó la pobreza y conectó con la belleza de la creación. A los ocho años, su primer encuentro con Jesús Eucaristía marcó su entrega total al Señor. Aunque dejó la escuela para ayudar a su familia, su madurez precoz se evidenció cuidando niños.
En Salamanca, trabajó como niñera y descubrió su llamado religioso en el oratorio festivo. Ingresó al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, profesando votos en 1924 y dedicándose a la vida religiosa en Valverde del Camino. Sor Eusebia, apasionada predicadora, irradiaba el amor de Dios y promovía la devoción a las llagas de Jesús y al Amor Misericordioso. Su apostolado se centró en la «verdadera devoción mariana» de San Luis María Grignion de Montfort.
En tiempos de persecución religiosa en España, se ofreció como víctima para la salvación del país. Su salud deteriorada no la detuvo, y falleció en 1935. Su legado, ejemplo de humildad, devoción y servicio, inspira a quienes buscan una conexión más profunda con la fe y el servicio desinteresado.
Oración a Beata Eusebia Palomino Yenes
Oh Dios, que en tu bondad infinita nos diste a la Beata Eusebia Palomino Yenes como ejemplo de humildad, servicio abnegado y amor ferviente a tu divina voluntad. Te pedimos que, por su intercesión, nos concedas la gracia de imitar sus virtudes y perseverar en la fe con constancia. Que su vida consagrada a Ti sea un faro que ilumine nuestro camino y nos acerque más a tu amor misericordioso. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Oración a Beata Eusebia Palomino Yenes para Pedir su Intercesión
Oh Dios, dador de todo bien, que otorgas tu sabiduría a los pequeños y humildes, te suplicamos quieras glorificar a tu humilde sierva Sor Eusebia, y concedernos por su intercesión, la gracia que te pedimos… (Mencionar la petición).
Te suplicamos, además, oh Dios Padre Nuestro, que, siguiendo las huellas de esta heroica Hija de María Auxiliadora, muchas otras almas la imiten, sea en el mundo o en la vida consagrada, que tan amorosamente profesó en la estela fecunda de San Juan Bosco y María Mazzarello.
Amén.
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