Biografía de Santa Roseline de Villeneuve – 17 de enero
Roselina, una destacada monja de la Orden de la Cartuja, se convirtió en priora del convento de Celle-Roubaud en Fréjus, Provenza, Francia, gracias a sus extraordinarias virtudes y dedicación.
HIstoria de Santa Roseline de Villeneuve
Nacida el 27 de enero de 1263 en Château d’Arcs en Provenza, pertenecía a la distinguida familia provenzal de los Villeneuve, criada en una educación profundamente cristiana por sus padres, el barón Arnaldo des Arcs y Sibilla de Sabran.
Desde una edad temprana, Roselina mostró signos de santidad. Se relata una historia milagrosa que comparte con Santa Rosa de Viterbo, en la que, sorprendida llevando pan a los pobres por su padre, transformó el contenido de su delantal en un ramo de rosas al abrirlo. A la edad de 15 años, con un profundo desapego hacia los bienes terrenales, Roselina se unió a la Orden de la Cartuja en Bertaud, en la diócesis de Gap, Francia.
Fallecimiento de Santa Roseline
Su dedicación, fortaleza y piedad la llevaron a ser elegida como priora en el monasterio de Celle-Roubad en Fréjus. Su hermano, Hélion de Villeneuve, fue un benefactor significativo de este monasterio, financiando la construcción de una iglesia consagrada por el obispo de Digne, Elzeario. A lo largo de su vida, Roselina experimentó visiones y revelaciones místicas, marcando su camino espiritual. Finalmente, tras una vida de oración intensa y disciplina, falleció el 17 de enero de 1329, siendo inicialmente sepultada en el cementerio del monasterio.
Cuerpo Incorrupto de Santa Roseline
La reputación de su santidad creció rápidamente, y cinco años después, su cuerpo fue trasladado a la iglesia construida por su hermano. Su tumba se convirtió en un lugar de milagros, y sus reliquias, que han sido trasladadas en diversas ocasiones, descansan en una capilla dedicada a ella en Celle-Roubad. Particularmente notable es el estado de conservación de algunas de sus reliquias, como sus ojos, que se mantienen en un relicario y son objeto de devoción contra enfermedades oculares. En un traslado realizado en 1904, se observó un notable grado de conservación de sus tejidos, lo que confirmó la extraordinaria naturaleza de su santidad y sigue siendo motivo de veneración entre los monasterios de la Orden de la Cartuja.
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