Biografía de Santa María Josefa Roselló – 7 de diciembre

Su vida, marcada por la devoción, la caridad y una búsqueda constante de la santidad, dejó una huella significativa en la historia religiosa.

Historia de Santa María de Josefa Roselló

María Josefa Roselló, nacida el 27 de mayo de 1811 en Albisola Marina, Italia, fue la cuarta hija de una familia modesta pero rica en fe.

Desde temprana edad, María Josefa mostró una inclinación excepcional hacia el estudio y una profunda compasión por los menos afortunados. Su hogar, aunque carente de riquezas materiales, estaba impregnado de una riqueza espiritual transmitida por sus padres, modestos fabricantes de objetos de alfarería. Aprendió el arte de modelar el barro y, siendo la cuarta de una numerosa familia, asumió responsabilidades significativas al cuidar de sus hermanos menores, permitiendo que su madre se dedicara a diversas ocupaciones.

Su devoción al Crucificado y a la Virgen María se convirtió en una parte integral de su vida desde la infancia. A los 19 años, entró en la familia Monleone de Savona como hija adoptiva, donde sirvió no solo como una doméstica, sino como un apoyo fundamental para el patrón enfermo. Su conducta ejemplar generó afecto y admiración tanto de los patrones como de la servidumbre.

La muerte de su madre, su hermano y su hermana Josefina, seguida por la pérdida de su padre, marcó el comienzo de una fase desafiante en la vida de María Josefa. Se convirtió en el principal sostén de su familia, enfrentando pruebas y dificultades económicas. Fue en estos momentos difíciles cuando el obispo de la diócesis, Agostino de Mari, propuso la idea de fundar un Instituto para trabajar con la juventud femenina. Aunque su familia no podía proporcionar la dote necesaria para su entrada en un Instituto de caridad, María Josefa aceptó la propuesta del obispo.

Fundación Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia

Los años subsiguientes fueron una mezcla de perseverancia y sacrificio. La fundación del Instituto, bajo la guía de María Josefa, tuvo lugar el 10 de agosto de 1837, en una modesta casa arrendada en Albisola. La congregación fue llamada las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, y María Josefa se convirtió en su fundadora y primera Madre. El propósito principal del Instituto era la instrucción y educación de las chicas pobres, así como la asistencia a los enfermos.

María Josefa dirigió la congregación con sabiduría y visión, guiándola hacia la expansión y la diversificación de sus actividades caritativas. Contribuyó activamente a la obra del rescate de esclavos africanos y abrió las puertas del Instituto para acoger a grupos de chicas negras.

Su espiritualidad se destacó por la confianza ilimitada en la Providencia, la devoción a San José y un espíritu emprendedor que la llevó a superar los obstáculos económicos y las adversidades. La congregación creció y floreció bajo su liderazgo, convirtiéndose en un faro de servicio y devoción en la comunidad.

Fallecimiento de Santa María JOsefa Rosello

La laboriosa jornada de María Josefa llegó a su fin el 7 de diciembre de 1880, cuando falleció a los 69 años en la casa madre en Savona. En el momento de su muerte, el Instituto que ella fundó contaba con 65 casas y varios centenares de hermanas. Su legado perdura a través de la continua obra caritativa de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, siendo un testimonio duradero de una vida dedicada al servicio y la devoción en medio de las dificultades del mundo.

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