Biografía de Santa Joaquina de Vedruna – 22 de mayo

Gran mujero que demostró su santidad en su matrimonio y posteriormente como religiosa fundadora de las Hermanas de Vedruna.

Historia de Santa Joaquina de Vedruna

Santa Joaquina nació en Barcelona, España en el año 1773. Su familia era muy Católica y su padre, Don Lorenzo de Vedruna, era rico y alto empleado del gobierno.

Desde muy pequeña tuvo mucha devoción al Niño Jesús y a las benditas almas.

Algo que la caracterizó desde sus primeros años fue un gran amor a la limpieza. No toleraba ningún tipo de mancha en sus vestidos, esto la fue llevando a no tolerar tampoco ningún tipo de pecado en su alma.

Cuando tenía doce años sintió un gran deseo de ser religiosa carmelita. Pero las hermanas no la aceptaron porque les parecía muy niña todavía para decidirse por la vocación religiosa.

Santo Matrimonio de Joaquina

En 1799, contrae matrimonio con un rico hacendado, don Teodoro de Mas, muy amigo de su padre, y empleado oficial como él. Teodoro estimaba mucho a las tres hijas de Don Lorenzo y para decidirse por una de ellas les llevó un pequeño paquete de dulces de regalo. Las dos primeras lo rechazaron como un regalo demasiado infantil, pero Joaquina lo aceptó con alegría exclamando: «Me encantan las almendras«. Este gesto de humildad decidió al joven a elegirla como esposa.

Al principio de su matrimonio sentía a veces serios escrúpulos por no haber seguido la vocación de religiosa que de niña tanto le llamaba la atención, pero su esposo la consolaba diciéndole que en la vida de hogar se puede llegar a tan alta santidad como en un convento y que con sus buenas obras de piedad iría reemplazando las que iba a hacer en la vida religiosa, estas palabras la tranquilizaron. Durante 16 años vivió con su esposo, y Dios le regaló ocho hijos, y como premio a sus sacrificios, cuatro hijas se hicieron religiosas, y varias de sus nietas también.

Cuando Napoleón invadió España; el esposo de Joaquina se fue al ejército a defender la patria y participó valerosamente en cinco batallas contra los invasores. Joaquina y sus niños tuvieron que abandonar la ciudad de Barcelona y huir hacia la pequeña ciudad de Vich.

Cuando la santa y sus hijos andaban por la llanura huyendo, de pronto apareció una misteriosa señora y la condujo hasta Vich a casa de una familia muy buena, que los recibió con gran cariño. Enseguida la Señora desapareció y nadie pudo dar razón de ella. Joaquina creyó siempre que fue la Santísima Virgen quien llegó a ayudarles en ese momento de necesidad.

Una Santa Madre Viuda

Un día mientras estaba rodeada de su familia, le pareció oír una voz que le decía: «Pronto te vas a quedar viuda». Ella se preparó a aceptar la voluntad de Dios, y a los dos meses, aunque su esposo gozaba de buena salud, y apenas tenía 42 años, murió repentinamente. Joaquina, con tan solo 33 años de edad, queda viuda y encargada de ocho hijos.

Desde aquel día dejó todos sus vestidos de señora rica y se dedicó por completo a ayudar a los pobres y a asistir a los enfermos en los hospitales. Al principio la gente creía que se había vuelto loca por la tristeza de la muerte de su esposo, pero pronto se dieron cuenta de que lo que se estaba volviendo era una gran santa. Las personas admiraban su generosidad con los necesitados. Ella vivía como pobre, pero todas sus energías eran para ayudar a los que padecían miseria o enfermedad.

Durante diez años estuvo dedicada a penitencias, muchas oraciones y continuas obras de caridad, pidiéndole a Dios que le iluminara lo que más le convenía hacer para el futuro. Cuatro de sus hijas se fueron de religiosas y los otros cuatro hijos se fueron casando, y al fin ella quedó libre de toda responsabilidad hogareña. Ahora iba a poder realizar su gran deseo de cuando era niña, convertirse en religiosa.

Fundación de la Orden de las Carmelitas de la Caridad de Vedruna

Se encontró providencialmente con un sacerdote muy santo, el Padre Esteban, capuchino, el cual le dijo que Dios la tenía destinada para fundar una comunidad de religiosas dedicada a la vida activa de apostolado. El sabio Padre Esteban redacta las constituciones de la nueva comunidad, y en 1826, ante el Sr. Obispo de Vich, que las apoya totalmente, empieza con ocho jovencitas su nueva comunidad a la cual le pone el nombre de «Carmelitas de la Caridad».

Pronto ya las religiosas son trece y al poco tiempo más de cien. Santa Joaquina fue fundando casas de religiosas por toda la provincia.

Tuvo Santa Joaquina la dicha de encontrarse también con el gran apóstol San Antonio María Claret cuyos consejos le sirvieron mucho para el progreso de su nueva congregación.

Vino luego la guerra civil llamada «Guerra Carlista» y nuestra santa, perseguida por los izquierdistas, tuvo que huir a Francia donde estuvo desterrada por tres años. Allí recibió la ayuda muy oportuna de un joven misteriosos que ella creyó siempre haber sido San Miguel Arcángel, y Dios le preparó en estas tierras a una familia española que la trató con verdadera caridad.

Al volver a España, quizás como fruto de los sufrimientos padecidos y de tantas oraciones, empezó a crecer admirablemente su comunidad y las casas se fueron multiplicando como verdadera bendición de Dios.

En el año 1850 empezó a sentir los primeros síntomas de la parálisis que la iba a inmovilizar por completo. Aconsejada por el Vicario Episcopal renunció a todos sus cargos y se dedicó a vivir humildemente como una religiosa sin ningún puesto. Aunque conservaba plenamente sus cualidades mentales, dejó a otras personas que dirigieran la Congregación. Dios le suscitó un nuevo y santo director para su comunidad, el Padre Bernardo Sala, benedictino, quien se propuso dirigir a las religiosas según el espíritu de la santa fundadora.

Fallecimiento de Santa Joaquina de Vedruna

Durante cuatro años la parálisis se fue extendiendo y la fue inmovilizando por completo hasta quitarle también el habla. Vino luego una epidemia de cólera, la cual acabó con su vida y el 28 de agosto de 1854 pasó santamente a la eternidad.

Antes había tenido el gusto de ver aprobada su Comunidad religiosa por la Santa Iglesia en 1850. Desde entonces ha venido ayudando de manera prodigiosa a sus religiosas que se han extendido por muchos países.

La Comunidad de Carmelitas de la Caridad tiene ahora 290 casas en el mundo con cerca de 3000 religiosas. Aproximadamente 40000 niñas son educadas en sus colegios y más de 4000 personas son atendidas en sus hospitales. Santa Joaquina Fue declarada santa por el Papa Juan XXIII en el año 1959.

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