Biografía de Santa Angela de Foligno – 4 de enero

Santa franciscana que llegó a alcanzar una gran santidad y sabiduría mientras estuvo viva sin necesidad de estudiar, incluso llegó a ser mejor que muchos teólogos con experiencia.

Historia de Santa Angela de Foligno

Angela de Foligno es considerada una de las más grandes místicas, incluso al nivel de Santa Catalina de Siena, de Santa Teresa de Avila, de Santa Catalina de Génova y de Santa Gema Galgani.

Su familia era muy noble. En su juventud era muy vanidosa y lo demostraba enormente, pero luego se casó y se entregó de manera fiel e increíble como esposa y como madre. En un tiempo, tanto su esposo como sus hijos fallecieron. Angela renunció a sus bienes y entró a la Tercera Orden de penitencia de San Francisco. Su conversión ocurrió en el año 1285. Hizo una confesión general con el Padre Arnaldo o Adán de Foligno, quien desde entonces se convierte en su director espiritual, secretario y confidente. Se dedicó a una vida rigurosa de penitencia y de caridad fraterna, heroica en la asistencia a los leprosos. Su doctrina y su ejemplo atrajeron a su alrededor un cenáculo de espíritus religiosos, entre los cuales el célebre Fraile Ubertino de Casale.

En el año 1292, a raíz de una peregrinación a Asís, Angela inicia un cambio radical en su vida: organiza su vida entre la penitencia, la contemplación y la caridad junto con otras mujeres, de las cuales ella les enseñaba como una amable maestra. Dios la había escogido para derramar en ella todo su amor y confiarle sublimes revelaciones sobre sus misterios.

Los Escritos de Santa Angela de Foligno

Por obediencia a Dios debió dictar a su confesor sus visiones y revelaciones, que son las páginas de la más alta mística cristiana y franciscana. Su predilección eran los misterios de Jesús sufriente en la cruz y el sacrificio eucarístico. “El libro de las admirables visiones y consolaciones” es un tratado completo de teología y mística. La Santa que no había hecho estudios teológicos, era conocida como “maestra de teólogos”. Su sabiduría no era fruto de estudio, y cultura, sino de inspiración divina. Dios le reserva una predilección sin límites y Cristo está en continuo coloquio con ella. Para ella ya no existe sino sólo Cristo y se consume en la inmolación. Su camino espiritual se inspira en la Cruz y el amor de Cristo, tomando como modelo a San Francisco de Asís.

Al Padre Arnoldo le dictó su Autobiografía. En ella dice lo siguiente: «Yo, Angela de Foligno, tuve que atravesar muchas etapas en el camino de la penitencia o conversión. La primera fue convencerme de lo grave y dañoso que es el pecado. La segunda el sentir arrepentimiento y vergüenza de haber ofendido al buen Dios. La tercera hacer confesión de todos mis pecados. La cuarta convencerme de la gran misericordia que Dios tiene para con el pecador que quiere ser perdonado. La quinta el ir adquiriendo un gran amor y estimación por todo lo que Cristo sufrió por nosotros. La sexta adquirir un amor por Jesús Eucaristía. La séptima aprender a orar, especialmente recitar con amor y atención el Padrenuestro. La octava tratar de vivir en continua y afectuosa comunicación con Dios».

En la Santa Misa veía muchas veces a Jesucristo en la Santa Hostia.

Fallecimiento de Santa Angela de Foligno

Angela falleció el 3 de enero del año 1309. Su cuerpo fue sepultado en su ciudad, en la iglesia de San Francisco. Por medio del libro de las visiones, escrito por Fr. Arnaldo, Angela sigue viva y palpitante en medio de nosotros y nos repite que “todo hombre puede y debe amar a Dios, en quien se encuentra toda la felicidad. Dios no pide sino amor, él que es el verdadero amor de las almas”.

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Oraciones a Santa Ángela de Foligno

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