Biografía de Santa Adela – 16 de diciembre
Santa que llegó a ser Reina de varias naciones y que jamás dejó de tener un corazón bondadoso y puro ni dejo de estar al servicio de los demás.
Historia de Santa Adela
Era hija del rey Rodolfo de Borgoña, el cual murió cuando Adela tenía solo 6 años. Muy joven contrajo matrimonio con Lotario, rey de Italia.
Muerte del Rey Lotario
Lotario murió según parece, fue envenenado por personas que deseaban quitarle su reino, quedando Adela viuda con tan solo 19 años y quedó sola con su hija llamada Emma. El usurpador Berengario la encerró en una prisión y le quitó todos sus poderes y títulos, porque ella no quiso casarse con su hijo. Su capellán se quedaba admirado porque Adela no se quejaba ni protestaba y seguía tratando a todos los carceleros con exquisita amabilidad y dulzura. Todo lo que sucedía lo aceptaba como venido de las manos de Dios y para su bien. Le robaron sus vestidos de reina y todas sus pertenencias y le dieron unos harapos viejos. En su oscura prisión pasó varios meses dedicada a la oración. Los carceleros exclamaban: «Cuánto heroísmo tiene esta reina! ¡No grita, no se desespera, no insulta! ¡Sólo reza y sonríe en medio de sus lágrimas!».
Escape de su Prisión
Y mientras tanto su capellán, el Padre Martín, consiguió un plano del castillo donde ella estaba prisionera, abrió un túnel y llegando hasta su celda la sacó hacia el lago cercano donde la esperaba una barca en la que se fue hacia el Castillo de Canossa, donde se refugió. Pero Berengario atacó el castillo de Canossa, por lo que Adela envió unos embajadores a Otón de Alemania pidiéndole su ayuda. Otón llegó con su ejército, derrotó e hizo prisionero a Berengario y concedió la libertad a todas aquellas personas y a Adela.
Esposa de Otón el grande
Otón se enamoró de Adela y le pidió que se casara con él, por consejo del Padre Martín, Adela acepto este matrimonio y así llegó a ser la mujer del más importante mandatario de su tiempo. Los dos se fueron a Roma y allá el Sumo Pontífice Juan XII coronó a Otón como emperador y a Adela como emperatriz.
Otón el grande reinó durante 36 años. Mientras tanto su santa esposa se dedicaba a socorrer a los pobres, a edificar templos y a ayudar a misioneros, religiosos y predicadores.
Problemas con su Familia
Al morir su esposo Otón I, le sucedió en el trono el hijo de Adelaida, Otón II, pero este se casó con una princesa de Constantinopla, la cual era dominante y orgullosa y le exigió que tenía que alejar del palacio a Adela. Otón II aceptó tan horrible petición y corrió de su casa a su propia madre. Ella se refugió en un castillo y pidió la ayuda de San Mayolo, abad de Cluny, el cual habló de tal manera a Otón que lo convenció que nadie mejor lo podía aconsejar y acompañar que su santa madre. Y así el emperador llamó otra vez a su madre y le pidió perdón y la recibió de nuevo en el palacio imperial.
Otón II murió en medio de una cruel guerra y su viuda la princesa de Constantinopla se apoderó del mando y trató de la peor manera a la santa. Adela decía: «Solo en la religión puedo encontrar consuelo para tantas pérdidas y desventuras«. En medio de sus penas encontraba fuerzas y paz en la oración. A quienes la trataban horrible, ella los trababa con suma bondad y mansedumbre.
Vida Santa de la Reina
Una extraña enfermedad acabó con la vida de la princesa de Constantinopla, por lo que Adela quedó como regente y encargada del gobierno de la nación, mientras esperaba a que su nieto Otón III llegara a la mayoría de edad. Fue para sus súbditos una madre bondadosa. Ignoraba el odio y no guardaba resentimientos con nadie. Supo dirigir el gobierno del país alemán con bondad y mucha compresión, ganándose el cariño del reino.
Fundó varios monasterios de religiosos y se preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión católica. Se esforzaba enormemente para apaciguar los conflictos.
Su director espiritual en ese tiempo fue San Odilón, el cual dejó escrito: «La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad«. Santa Adela fue muy bendecida ya que durante toda su vida se encontró con formidables directores espirituales que la guiaron sabiamente hacia la santidad, estos fueron el Padre Martín, San Adalberto, San Mayolo y San Odilón.
Fallecimiento de Santa Adela
Cuando su nieto Otón III se posesionó como emperador, ella se retiró a un monasterio y allí estuvo el resto de su vida dedicada a la oración y penitencia
Santa Adela murió el 16 de diciembre del año 999 y aunque las ingratitudes y persecuciones le hicieron sufrir mucho durante toda su vida, al morir se había ganado la estima y el amor de toda la nación. Santa Adela también es conocida como Santa Adelaida.
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