Biografía de San Pedro Nolasco – 29 de enero
Uno de los santos que más salvo cristianos en la época en la que los mahometanos reinaban y perseguian a los seguidores de Cristo en tierras españolas.
Historia de San Pedro Nolasco
Nació cerca de Barcelona, España, alrededor del año 1189. Cuando tenía 15 años quedó huérfano de padre, por lo que pasó a ser dueño de grandes posesiones. La madre le colaboró en todos sus deseos de hacer el bien y de obtener santidad.
La Conversión del Santo
Ya con la edad apta para casarse, hizo una peregrinación a la Virgen de Monserrat y allí se puso a pensar que las vanidades del mundo pasan muy pronto y no dejan sino insatisfacción y que en cambio lo que se hace para la vida eterna dura para siempre. Entonces prometió a la Santísima Virgen mantenerse puro y se le ocurrió una idea que no solo le serviría a su alma, si no a las de muchas personas.
La Liberación de los Cristianos
En esa época aún era común que los mahometanos tomaran como esclavos a los cristianos. Estos piratas llegaban a tierras donde había cristianos y se llevaban a todos los hombres que encontraban. Las penalidades de los prisioneros cristianos en las tenebrosas cárceles de los mahometanos sobrepasaban lo imaginable. Y lo más peligroso era que muchos perdían su fe, y su moralidad se dañaba por completo.
Esto duros sucesos fueron los que movieron a Pedro Nolasco a gastar su gran fortuna para obtener la libertad al mayor número posible de esclavos cristianos. Cuando se le presentaba la ocasión de gastar una buena cantidad de dinero en obtener la libertad de algún cautivo recordaba aquella frase de Jesús en el evangelio: «No almacenen su fortuna en esta tierra donde los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la corroe. Almacenen su fortuna en el cielo, donde no hay ladrones que roben, ni polilla que devore ni óxido que las dañe«. Y este pensamiento lo movía a ser muy generoso en gastar su dinero en ayudar a los necesitados.
Inicio de la Orden de los Mercedarios
Se cuenta que una noche de agosto del año 1218 se apareció la Santísima Virgen a San Pedro Nolasco y su amigo, el rey Jaime de Aragón y les recomendó que fundaran una Comunidad de religiosos dedicados a libertar cristianos que estuvieran esclavos de los mahometanos.
Consultaron al director espiritual de juntos, que era San Raimundo de Peñafort, y éste los llevó ante el obispo de Barcelona, al cual le pareció muy buena la idea y aprobó la nueva orden que llamaron Orden de la Merced, más conocidos como Los Mercedarios. Allí fue donde San Pedro Nolasco hizo ante el obispo sus tres votos o juramentos que son los de castidad, pobreza y obediencia, y añadió un cuarto juramento o voto: el de dedicar toda su vida a tratar de libertar cristianos que estuvieran siendo esclavos de los mahometanos. Este cuarto voto o juramento lo hacían después todos sus religiosos.
Desde aquellos tiempos se cuenta que la Virgen les recomendó: Fundad una asociación con hábito blanco y puro que sea defensa y muro de la cristiana nación.
San Raimundo predicó con gran entusiasmo en favor de esta nueva Comunidad y fueron muchos los hombres de buena voluntad que llegaron a hacerse religiosos. El vestido que usaban era una túnica blanca y una cruz grande en el pecho. San Pedro Nolasco fue nombrado Superior General de la Congregación y el Papa Gregorio Nono aprobó esta nueva Comunidad.
Su Gran Amistad con el Rey
San Pedro Nolasco ayudó al rey a conquistar para los cristianos la ciudad de Valencia que estaba en poder de los mahometanos, y el rey, en agradecimiento, fundó en esa ciudad varias casas de la Comunidad de los Mercedarios.
El rey Jaime, amigo del santo decía que, si había logrado conquistar la ciudad de Valencia, ello se debía a las oraciones de Pedro Nolasco. Y cada vez que obtenía algún resonante triunfo, lo atribuía a las oraciones de San Pedro.
El Santo hizo viajes por muchos sitios donde los mahometanos tenían muchos prisioneros cristianos y lograba conseguir su libertad. Logró viajar hasta Argelia, que era un reino dominado por los mahometanos. Allá lograron encarcelarlo, pero el santo logró conseguir su libertad.
Como había sido un buen comerciante, organizó técnicamente por muchas ciudades las colectas en favor de los esclavos y con esto obtuvo abundante dinero con los cuales logró la libertad de muchísimos creyentes.
Fallecimiento de San Pedro Nolasco
Poco antes de morir repitió las palabras del Salmo 76: «Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados«. Falleció a la edad de 77 años.
Por su intercesión se obraron muchos milagros y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1628.
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