Biografía de San Onésimo Mártir – 16 de febrero
Santo bíblico mencionado por San Pablo en una de sus cartas. Llegó a convertirse en obispo y fue martirizado por su fe.
Historia de San Onésimo Mártir
En el Martirologio Romano se cuenta que Onésimo “fue acogido por San Pablo de Tarso y engendrado como hijo en la fe”. La conversión de Onésimo sucedió mientras huía de la justicia humana, tras haberle robado a Filemón quien era su amo y un cristiano perteneciente a la Iglesia de Colosas donde actualmente es Turquía.
La Conversión de Onésimo
Luego de que Onésimo fue capturado es que entró en contacto con San Pablo, quien estaba era prisionero en Roma a causa de sus predicaciones. El Apóstol logró la conversión de Onésimo, lo bautizó y lo envió a la casa de su antiguo amo con una carta de recomendación, tal y como está escrito en la carta a Filemón, versículos del 10 al 12: “Te ruego en favor de mi hijo, a quien engendré entre cadenas, Onésimo, que en otro tiempo te fue inútil, pero ahora es muy útil para ti y para mí. Te lo envío de vuelta, y con él va mi propio corazón”.
En los versículos 18-19 de la misma epístola, Pablo se compromete a pagar las deudas de Onésimo: «Si en algo te ofendió, o algo te debe, ponlo a mi cuenta; yo, Pablo, lo firmo con mi puño y letra, yo pagaré«.
Versículos sobre Onésimo en la Carta de San Pablo a Filemón
De los 25 versículos que conforman la carta de San Pablo a Filemón, 12 están dedicados a Onésimo, “hijo suyo” en el Señor. En la carta del Apóstol a los colosenses (Col 4, 7-9) es nombrado nuevamente; allí se afirma que volvió a casa de Filemón y fue aceptado como un verdadero hermano:
“En cuanto a mí, de todo os informará Tíquico, el hermano querido, fiel ministro y consiervo en el Señor, a quien os envío expresamente para que sepáis de nosotros y consuele vuestros corazones. Y con él a Onésimo, el hermano fiel y querido compatriota vuestro. Ellos os informarán de todo cuanto aquí sucede”.
Filemón perdonó a Onésimo y puso en libertad a su esclavo que ya se había arrepentido de lo que había hecho y lo mandó reunirse de nuevo con San Pablo.
Fallecimiento de San Onésimo
San Jerónimo cuenta que Onésimo se hizo predicador del Evangelio y llegó a ser obispo de Éfeso, por orden de San Pablo. Posteriormente, Onésimo fue capturado y llevado a Roma, donde fue cruelmente martirizado, ya que murió lapidado.
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