Biografía de San Lorenzo de Bríndisi – 21 de julio
La comunidad de los franciscanos posee una gran lista de religiosos que han alcanzado la santidad. Entre esa lista, podemos destacar bastante a San Lorenzo de Bríndisi ya que llegó a ser el superior de la orden a nivel mundial.
Historia de San Lorenzo de Bríndisi
Lorenzo nació en el año 1559 en Bríndisi. Desde niño demostró tener una gran memoria. Dicen que a los ocho años repitió desde el púlpito de la Catedral un sermón que había escuchado de un famoso predicador, por lo que se ganó la admiración de la gente.
Ingreso a la Comunidad de los Frailes Menores
Ya más adulto pidió entrar a un convento de los capuchinos, el superior le advirtió que sería una vida dura y austera y que probablemente no aguantaría dicha forma de vida, el santo contesto que, si hay un crucifijo en su habitación y lo ve, es suficiente para tener las fuerzas para sufrir por amor a Jesús.
La facilidad de Lorenzo para aprender idiomas y para grabarse en la memoria todo lo que leía, dejó atónitos a sus superiores y compañeros. Con suma facilidad se aprendía capítulos enteros de la Santa Biblia y muchas páginas de otros libros piadosos. Aprendió seis idiomas los que son griego, hebreo, latín, francés, alemán e italiano.
También poseía una gran capacidad para predicar, cuando aún era seminarista, se le encomendó el predicar los 40 días de Cuaresma en la Catedral de Venecia por dos años seguidos.
Un sacerdote en una ocasión le preguntó: «Fray Lorenzo, ¿a qué se debe su facilidad para predicar? ¿A su formidable memoria?» Y él respondió: «En buena parte se debe a mi buena memoria. En otra buena parte a que dedico muchas horas a prepararme. Pero la causa principal es que encomiendo mucho a Dios mis predicaciones, y cuando empiezo a predicar se me olvida todo el plan que tenía y empiezo a hablar como si estuviera leyendo en un libro misterioso venido del cielo».
Camino como Superior de la Orden
Los capuchinos nombraron a Fray Lorenzo superior del convento y luego superior de toda Italia. Con el tiempo, luego de ver sus cualidades para gobernar, lo nombraron superior general de toda la comunidad a nivel mundial. En sus años de superiorato recorrió muchos países visitando los conventos de sus religiosos para animarlos a ser mejores y a trabajar mucho por el reino de Cristo.
Había días que caminaba a pie hasta 50 kilómetros. No le asustaba desgastarse en su salud con tal de conseguir la salvación de las almas y la extensión del reino de Dios. La gente lo amaba porque era sumamente comprensivo y bondadoso, y porque sus consejos hacían un gran bien. Siendo superior, siempre hacía tareas pequeñas y humildes como servir en la mesa a los demás, y lavar los platos de todos.
Triunfo ante la Guerra
El Papa lo envió a Checoslovaquia y a Alemania a tratar de extender la religión católica en esos países. Se fue con un buen grupo de capuchinos, y empezó a predicar. Pero en esos días un ejército de 60 mil turcos mahometanos invadió el país con el fin de destruir la religión, y el jefe de la nación pidió al Padre Lorenzo que se fuera con sus capuchinos a entusiasmar a los 18 mil católicos que salían a defender la patria y la religión. La batalla fue terriblemente feroz. Pero San Lorenzo y sus religiosos recorrían el campo de batalla con una cruz en alto cada uno, gritando a los católicos: «Ánimo, estamos defendiendo nuestra santa religión«. Y la victoria fue completa. Los soldados victoriosos exclamaban: «La batalla fue ganada por el Padre Lorenzo».
Santa vida de San Lorenzo de Bríndisi
El santo Papa lo envió de delegado suyo a varios países, y siempre estuvo muy activo de nación en nación dirigiendo su comunidad y fundando conventos, predicando contra los protestantes y herejes, trabajando por la paz y la conversión. Pero lo más importante en cada uno de sus días eran las prácticas de piedad. Durante la celebración de la Santa Misa, frecuentemente era arrebatado en éxtasis, y su orar era de todas las horas y en todos los sitios. Por eso es que obtuvo tan grandes frutos apostólicos.
Dormía sobre tablas de madera, se levantaba por la noche a rezar salmos, ayunaba con frecuencia, su alimento era casi siempre pan y verduras, huía de recibir honores, y se esforzaba por mantenerse siempre alegre y de buen humor con todos. Las personas lo admiraban como a un gran santo. Su meditación preferida era acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo.
Muerte de San Lorenzo de Bríndisi
Cuando viajaba a visitar al rey de España enviado por la gente de Nápoles para pedirle que destituyera a un gobernador que estaba haciendo mucho mal, se sintió sin fuerzas y el 21 de julio de 1619, justo el día que cumplía sus 60 años, murió santamente. «Doctor apostólico».
En 1959 fue declarado «Doctor de la Iglesia», por el Sumo Pontífice Juan XXIII. Y es que dejó escritos 15 volúmenes de enseñanzas, y entre ellos 800 sermones muy sabios. En Sagrada Escritura era un verdadero especialista.
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