Biografía de San Juan Macías – 16 de septiembre
Santo español que vino al nuevo mundo a traer la palabra ayudando a los más necesitados.
Historia de San Juan Macías
San Juan Macías nació en Ribera de Fresno, actual España en el año 1585. Quedó huérfano cuando tenía cuatro años, desde muy niño fue dedicado al oficio de pastor y por esta razón es que se le conoce como Macías, ya que así se referían a los pastores. Sus padres se llamaban Pedro de Arcas y Juana Sánchez.
Viaje al Nuevo Mundo
Su vida fue marcada por una educación que tenía una especial devoción a la Virgen María, particularmente mediante el rezo del Rosario. Las largas horas cuidando ovejas le permiten adquirir hábitos contemplativos. Piensa mucho en el texto del Apocalipsis: «vi un cielo nuevo y una tierra nueva» y lo comparaban con las Américas, tierras que tenían poco tiempo de haber sido descubiertas por los españoles, por lo que cuando tuvo oportunidad, emigra a América del Sur. En una nave mercante llega a Cartagena de Indias y posteriormente se fue a Lima.
Ingreso a la Comunidad Dominica
En el año 1622 pide el hábito de hermano cooperador en el convento de Santa María Magdalena de la comunidad Dominica, cuando tenía treinta y siete años. Su vida se distingue por una gran pobreza, humildad y caridad, fue una persona sencilla y siempre estaba abierto al cambio de vida. Aprendió de los acontecimientos y de la lectura de la Palabra de Dios. Su oración era bastante profunda: en ella la Virgen María y San Juan Evangelista le ayudan a encontrarse permanentemente con Cristo. Es un hermano muy respetuoso de los consensos comunitarios e incansable trabajador.
Fue el portero del convento por veinticinco años. Desde ese puesto ejercía una increíble obra de beneficencia material y espiritual con limosnas y con el rosario ofrecido por los pecados propios por los demás y en sufragio por las almas del purgatorio. Tuvo también mucho influjo en la ciudad con sus consejos. Aquella portería de la Magdalena se convierte en lugar de comunión y participación de pobres y enfermos. Juan Macías oraba con todo aquel que llegara, también les imparte catequesis y les ayudaba en sus necesidades.
Vida Santa de San Juan Macías
Desde niño era muy modesto y muy religioso, frecuentaba las iglesias y oía con gran atención los sermones, que a su manera contaba a otros niños. Atendiendo la portería con humildad, San Juan Macías procuró ocultar siempre la estimación que de su santidad hacían todos, dentro y fuera del convento, lo mismo los grandes señores que los pobres a quienes en la portería daba sustento. El se tomaba como indigno de tratar con los demás religiosos, ya sea con los sacerdotes o los novicios y conversos como si todos ellos fueran su superior. Las reprensiones las llevaba con mucha paz sintiéndose mortificado cuando era alabado.
Su obediencia era tan grande y rápida que, sin consultar lo que le mandaban, inmediatamente lo cumplía. Bastaba con que el superior le hiciese la más mínima señal o indicación para dejar hasta los mismos ejercicios espirituales y hacer lo que le indicaban.
Fue capaz de amaestrar un burro para que pidiera limosna. Más de una vez, sin guía alguna, se dirige a las casas de los necesitados para llevarles alimento. Contemporáneo de San Martín de Porres y Rosa de Lima, es también evangelio viviente del Señor Jesús. También como San Martín, sufrió valientemente injurias y calumnias por su caridad heroica con todo aquel que lo necesitase.
Su caridad con los pobres fue grande en socorrerlos y consolarlos, para lo cual se daban ayuda los nobles de la ciudad y de otras partes. En cada pobre veía a Jesucristo. Socorría a todos, en su portería o enviando un criado a las familias necesitadas. Esta caridad que con los pobres ejercitaba, dándoles limosna, la ejercitaba también con los ricos aconsejándoles y consolándolos.
Santo Ladrón del Purgatorio
Juan desde que era pastor de ovejas rezaba en cuanto podía por las almas del purgatorio y este hábito no lo dejo incluso en su adultez, por esta razón es que se le conoce como “Ladrón del Purgatorio”, con sus oraciones logró liberar muchas almas de aquel lugar.
Muerte de San Juan Macías
San Juan Macías murió en Lima el 16 de septiembre de 1645. Su cuerpo se venera en la basílica del Rosario. Fue beatificado por Gregorio XVI en 1813 y canonizado por Pablo VI el 28 de septiembre de 1975. Su fiesta es el 16 de septiembre, pero en Perú se celebra el 18 de septiembre.
Milagro de Olivenza
El milagro del arroz de Olivenza, que sucedió el 23 de enero de 1949 se le atribuye a San Juan. En la población de Olivenza al oeste de España, una cocinera de la Institución Hogar de Nazaret, Leandra Rebollo, invocó a San Juan Macías cuando ya no tenía comida para repartir a los pobres, entonces el arroz comenzó a aumentar enormemente en la olla a tal punto que se necesitaron más recipientes para poner toda la comida. Este hecho fue reconocido como milagro oficial por la Iglesia 25 años después de que sucedió.
¿De qué es Patrono San Juan Macías?
San Juan Macías es considerado patrono de los campesinos por su vida en el campo antes de ser religioso.
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