Biografía San Ignacio de Sandone – 22 de septiembre

Santo de la Orden de los Frailes menores que sirvió a su pueblo toda su vida, incluso estuvo al servicio de los más necesitados durante la guerra franco-española.

Historia de San Ignacio de Sandone

El 5 de junio de 1686 nace Lorenzo Mauricio en Sandone, Vercelli, Italia. Era el cuarto de seis hijos de Pier Paolo Vlevisotti y María Elisabetta.

Estudios y Servicios Sacerdotales de Lorenzo

Cuando tenía solo 7 años de edad falleció su padre Pier, por lo que su mamá al no poder darle estudio, se lo encomendó a un familiar que era sacerdote, quién lo formaría intelectual y espiritualmente. Lorenzo realizó sus estudios para convertirse en sacerdote en la ciudad de Vercelli y su ordenación fue en el año 1710.

Al inicio, aceptó la propuesta de ser capellán instructor de una familia noble de Vercelli, los Avogadro, sin descuidar sus deberes estrictamente religiosos: colaboraba en las misiones populares organizadas por los jesuitas, entre los cuales escogió a su director espiritual, el P. Cacciamala.

Ingreso a la Orden de los Frailes Menores

En el año 1713, no quiso el cargo de canónigo rector de la colegiata de Sandone y en el año 1715, aceptó hacer su labor sacerdotal en una parroquia, pero poco tiempo estuvo allí ya que al siguiente año, su vida espiritual cambió totalmente.

Ingresó en la Orden de Frailes Menores Capuchinos de Chieri en Turín a la edad de 30 años el 24 de mayo de 1716, para vivir la alegría de la obediencia. Destacó por su celo y asiduidad en la administración del sacramento de la penitencia y en la dirección de las almas, y por su sabiduría y prudencia en la formación de los novicios. Fue aquí donde cambió su nombre por el de Ignacio.

Después del noviciado y de la profesión religiosa solemne, fue prefecto de sacristía, director de acólitos y confesor, trabajando apostólicamente con un celo extraordinario.

En el año 1731, comienza su cargo dentro de la orden como maestro de los novicios en el convento de Mondoví. Fue un gran ejemplo y maestro de los nuevos religiosos de la orden.

Guerra Franco-española

En agosto de 1744 fue enviado como capellán de las tropas del rey de Cerdeña, Carlos Emanuel III, durante la guerra contra las armadas franco-españolas. Con gran caridad asistía a los militares heridos o contagiados en los hospitales militares de Asti, Alessandria y Vinovo.

Ya acabada la guerra, regresó al convento de los capuchinos en Turín donde pasó el resto de su vida.

Dividía su actividad entre el convento y la ciudad. Cada domingo explicaba la doctrina cristiana y la regla franciscana a los hermanos legos y cada año dirigía los ejercicios espirituales a su comunidad. En la iglesia era el confesor que más buscaban las personas. También realizaba un apostolado fecundo bendiciendo en sus casas a las personas que ya no podían acudir a él hasta el convento.

Últimos años y Muerte de San Ignacio de Sandone

Los milagros se iban multiplicando y el pueblo lo bautizó como «el Santo del Monte». A su convento acudían innumerables personas, sencillas e ilustres, atraídas por su fama de santidad, entre ellas muchos miembros de la casa real de Saboya. El cardenal arzobispo le pedía con frecuencia que le diera a conocer los casos de personas más necesitadas, para prestarles ayuda.

San Ignacio murió el 22 de septiembre de 1770, con 84 años de edad en la enfermería del convento, donde pasó el último año de su vida. Lo beatificó Pablo VI en 1966, y lo canonizó Juan Pablo II en el año 2002.

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