Biografía de San Huberto de Lieja – 3 de noviembre

Gran obispo francés conocido por una leyenda relacionada a los perros de la raza Bloodhound o Sabueso de San Huberto.

Historia de San Huberto de Lieja

San Huberto de Lieja, también conocido como San Huberto Cazador, nació en Tolosa, Francia, en el año 656. Es venerado por su contribución a la Iglesia y su papel en la propagación del cristianismo en la región. San Huberto es más conocido por su historia relacionada con la caza y la conversión espiritual.

El Milagro del Ciervo

San Huberto pasó gran parte de su vida como un noble cazador y disfrutaba de la caza en los bosques de las Ardenas. Sin embargo, su vida cambió en una famosa experiencia de caza. Según la tradición, mientras perseguía a un ciervo en un bosque, el animal se detuvo y, en lugar de huir, se acercó a él. Lo que hizo que esta experiencia fuera aún más notable fue que entre sus cuernos brillaba una imagen de la cruz.

Este encuentro con el ciervo milagroso transformó la vida de San Huberto. Interpretó el símbolo de la cruz entre los cuernos del ciervo como un llamado divino a la conversión. Abandonó su vida de cazador y se entregó a una vida religiosa y contemplativa. Después de esta experiencia, buscó la guía espiritual de San Lamberto, obispo de Maastricht, y finalmente se convirtió en un sacerdote.

Obispo de Lieja

San Huberto trabajó incansablemente para extender el cristianismo en la región. Fue nombrado obispo de Lieja, una diócesis en la región de las Ardenas, y dedicó su vida a la labor pastoral y la promoción de la fe cristiana. Fundó iglesias, monasterios y centros de educación, lo que contribuyó a la conversión de muchas personas.

El santo también se destacó por su caridad y generosidad hacia los necesitados. Utilizó los recursos de la Iglesia para ayudar a los menos afortunados y se preocupó sinceramente por los pobres y los enfermos en su comunidad.

Sabueso de San Huberto

La historia más famosa de San Huberto es la relacionada a los perros Bloodhound, conocidos como Sabuesos de San Huberto y es la visión milagrosa que se le atribuye. Se cuenta que un día San Huberto vio a un hermoso perro blanco que corrió a manera de que lo siguiera. Aquel perro lo guio donde un Ángel que le dijo a San Huberto que ese cachorro era un regalo divino y que tenía grandes habilidades de caza, que no haría sufrir a los animales que cazara y que le prometiera que no usaría a tan hermoso perro para el simple hecho de matar.

Todos los perros de la raza Bloodhound o Sabueso de San Huberto son descendientes de aquel cachorro entregado a San Huberto. Esta historia se ha ido pasando de generación en generación por casi 1300 años, por lo que es muy difícil saber con exactitud si es real, lo cierto es que los registros de estos perros se remontan hasta la época en que vivió San Huberto en el siglo VIII y que son excelentes perros de caza.

Fallecimiento de San Huberto de Lieja

San Huberto de Lieja falleció el 30 de mayo de 727, y su legado perdura en la Iglesia. Es recordado como un santo y obispo ejemplar que dedicó su vida al servicio de Dios y al bienestar de su comunidad en la región de las Ardenas. Su festividad se celebra en la Iglesia Católica el 30 de mayo o el 3 de noviembre según la zona y es en honor a su vida y sus contribuciones a la fe cristiana.

La historia de San Huberto de Lieja, también conocido como San Huberto Cazador, es un recordatorio de cómo una experiencia espiritual puede transformar la vida de una persona y llevarla a servir a Dios y a la comunidad con amor y devoción. Su historia sigue siendo una fuente de inspiración para los fieles.

Más Sobre San Huberto de Lieja

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Oraciones a San Huberto de Lieja

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