Biografía de San Francisco de Sales – 24 de enero

Se podría considerar como uno de los santos más grandes de la historia y el escritor frances más grande en la iglesia católica hasta los tiempos actuales. Sus escritos han ayudado a miles de personas y han sido parte importante para la comprensión de las sagradas escrituras.

Historia de San Francisco de Sales

Escribía como un ángel. De forma, que los franceses lo tienen entre sus clásicos de literatura.

Francisco nació en los Alpes, en el castillo saboyano de Sales el 21 de agosto de 1567, era de una Familia exquisita. Fue bautizado al día a siguiente en la Iglesia de Thorens, con el nombre de Francisco Buenaventura.

Preparación y Estudios de San Francisco de Sales

Fue criado con gran ternura y amor en el camino de Dios, su madre le enseñaba tiernamente la palabra de Cristo y el pequeño Francisco, contaba a otros niños desde muy pequeño, todo aquello que su madre le contaba.

El padre del santo tenía miedo que creciera con falta de voluntad o muy mimado por su madre, por lo que le consiguió de profesor a un sacerdote muy rígido y muy exigente, el Padre Deage. Este será su preceptor durante toda su vida de estudiante. Era un hombre perfeccionista en sus exigencias. Este preceptor lo ayudará mucho en su formación, pero le hará pasar muchos ratos amargos, por exigirle demasiado. Francisco no protestará nunca y en cambio le sabrá agradecer siempre, pero para su comportamiento futuro tomará la resolución de exigir menos detalles importunos y hacer más amables a quienes él tenga que dirigir.

Cuando el santo tenía 10 años recibió la comunión y la confirmación.

Fue enviado a estudiar a la prestigiosa universidad de París. pronto se distinguió en retórica y en filosofía; después se entregó apasionadamente al estudio de la teología. Cada día estaba más decidido a consagrarse a Dios y acabó por hacer voto de castidad perpetua, poniéndose bajo la protección de la Santísima Virgen.

Hay un libro: «Introducción a la vida devota«, cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquello tiempos. Un libro utilizado muchísimo tiempo como lectura espiritual.

«¿No es una barbaridad -decía San Francisco- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?».

Camino al Sacerdocio

Con el tiempo fue a Padua. Estudiaba derecho durante cuatro horas diarias para poder llegar a ser abogado. Otras cuatro horas estudiaba Teología, la ciencia de Dios, porque tenía un gran deseo: llegar a ser sacerdote. Cuando tenía 24 años obtuvo el doctorado en leyes y fue a reunirse con su familia en el castillo de Thuille, a orillas del lago de Annecy. Ahí llevó durante 18 meses, por lo menos en apariencia, la vida ordinaria de un joven de la nobleza. El papá de Francisco quería que su hijo se casara cuanto antes y había escogido para él una hermosa joven, heredera de una de las familias más importantes del lugar. Sin embargo, el trato cortés, pero distante, de Francisco hicieron pronto comprender a la joven que este no estaba dispuesto a secundar los deseos de su padre.

En ese entonces, Francisco sólo había confiado a su madre, a su primo Luis de Sales y a algunos cuantos amigos íntimos que su deseo de consagrarse al total servicio de Dios. Pero había llegado el momento de hablar de ello con su padre. El Señor de Boisy se entristeció porque su hijo se negaba a aceptar el puesto en el senado y que no hubiese querido casarse, pero aun con todo eso, el padre de Francisco ni siquiera intuía que su hijo quería ordenarse sacerdote.

Después de mucha lucha, pero ya con el consentimiento de su padre, Francisco se ordenó sacerdote el 18 de diciembre del año 1593.

Lucha contra el Calvinismo

En aquellos tiempos, los calvinistas hacían muchos estragos en varias zonas de Europa, como en Chablais, donde los cristianos no querían ir a llevar la palabra por los calvinistas que allí residían. El único dispuesto a tomar tan dura decisión y misión fue San Francisco de Sales.

Francisco emprendió el viaje a pie junto a su primo Luis de Sales, sin la bendición de su padre quien consideraba esto una locura, el 14 de septiembre de 1594, día de La Santa Cruz. Luego de un largo y duro viaje, ambos misioneros llegaron hasta la peligrosa ciudad.

San Francisco hacía todos los intentos para tocar los corazones y las mentes del pueblo. Con ese objeto, empezó a escribir una serie de panfletos en los que exponía la doctrina de la Iglesia y refutaba la de los calvinistas. Aquellos escritos, redactados en plena batalla, que el santo hacía copiar a mano por los fieles, para distribuirlos, formarían más tarde el volumen de las «controversias». Los originales se conservan todavía en el convento de la Visitación de Annecy. Aquí empezó la carrera de escritor de San Francisco de Sales, que a este trabajo añadía el cuidado espiritual de los soldados de la guarnición del castillo de Allinges, que eran católicos de nombre y formaban una tropa ignorante y disoluta. Por esa razón, se ganó el premio «patrono de los periodistas».

Poco a poco las personas volvieron a profesar públicamente que eran católicos, luego de varios años de notaba grandemente los frutos de ambos misioneros, mediante la conversión de muchísimas personas.

Fundación de la Orden de la Visitación e Inicios en el Obispado

Luego de la muerte de Claudio de Granier, sucedida en el otoño del año 1602, Francisco le sucedió en el gobierno de la diócesis. Fijó su residencia en Annecy, donde organizó su casa con la más estricta economía, y se consagró a sus deberes pastorales con enorme generosidad y devoción.

Hizo una gran e inolvidable amistad con Juana Chantal; con quién fundó la Orden de la Visitación. San Francisco la conoció en el año 1604, cuando predicaba un sermón de cuaresma en Dijón. La fundación de la Congregación de la Visitación, en 1610, fue el resultado del encuentro de los dos santos.

Ese mismo año, Francisco de Sales tuvo la pena de perder a su madre y años antes su padre había fallecido ya. El santo escribió más tarde a Santa Juana de Chantal: «Mi corazón estaba desgarrado y lloré por mi buena madre como nunca había llorado desde que soy sacerdote«.

En el año 1622, el duque de Saboya, que iba a ver a Luis XIII en Aviñón, invitó al santo a reunirse con él en aquella ciudad. Movido por el deseo de abogar por la parte francesa de su diócesis, el obispo aceptó al punto la invitación, aunque arriesgaba su débil salud un viaje tan largo, en pleno invierno.

Parece que el santo presentía que su fin se acercaba. Antes de partir de Annecy puso en orden todos sus asuntos y emprendió el viaje como si no tuviera esperanza de volver a ver a su grey. En Aviñón hizo todo lo posible por llevar su acostumbrada vida de austeridad; pero las multitudes se apiñaban para verle y todas las comunidades religiosas querían que el santo obispo les predicara.

Fallecimiento de San Francisco de Sales

Cuando el santo iba de regreso, su salud comenzó a mostrar más deterioro, por lo que tuvo que detenerse en Lyon, en donde se quedó un tiempo en la casa del jardinero del convento y desde allí, pudo seguir dirigiendo a las religiosas.

El santo luego de varios problemas de salud prosiguió con su viaje, pero empeoró y a pesar de las diferentes curaciones que le realizaban, su hora había llegado y murió el 28 de diciembre del año 1622 a la edad 56 años luego de decir “Jesús”, que fue su última palabra

Las Enseñanzas sobre el Enojo

Una virtud: la dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía un muy mal genio.

Respecto a esto, es una constante en la biografía de todo santo su lucha ascética a fin de aumentar su capacidad de autodominio. Pero para demostrar que esta virtud no se consigue de la noche a la mañana, he aquí un detalle precisamente referido a nuestro santo.

Se cuenta que, al hacerle la autopsia, le encontraron su hígado tan duro como una piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que hacerse este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato.

Esa dulzura de la que hablamos antes, no le fue fácil conseguirla.

Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche.

San Francisco de Sales escribió: «No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo».

¿De Qué es Patrono San Francisco de Sales?

Por sus increíbles escritos santos, es considerado el patrono de los escritores, reporteros y periodistas.

Más Sobre San Francisco de Sales

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Oraciones a San Francisco de Sales

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