Biografía de San Ernesto de Zwiefalten – 7 de noviembre

San Ernesto de Zwiefalten, también conocido como Santo Ernesto, fue un monje y abad benedictino que vivió en el siglo XI en la región de Zwiefalten, en el sur de Alemania. Su vida está marcada por la devoción, la caridad y la dedicación a la vida monástica, lo que lo llevó a ser venerado como santo en la Iglesia Católica.

Historia de San Ernesto de Zwiefalten

Ernesto nació alrededor del año 1119 en una familia noble de la región de Constancia, Alemania (ciudad Steißlingen). Desde una edad temprana, mostró una inclinación hacia la vida religiosa y la vida monástica. A los 18 años, participó en la primera cruzada conformada por 200,000 hombres, de los cuales sobrevivieron unos pocos miles, entre los cuales se encontraba Ernesto. Al regresar a Alemania ingresó en el monasterio benedictino de Zwiefalten, donde se entregó completamente a la vida contemplativa y a la búsqueda de la santidad.

La comunidad de Zwiefalten era conocida por su estricta observancia de la Regla de San Benito y por su compromiso con la caridad y la ayuda a los más necesitados. Ernesto se destacó en estas virtudes, dedicando su tiempo a la oración, el estudio y el servicio a sus hermanos monjes y a los pobres que llegaban en busca de ayuda.

Gran Abad de Zwiefalten

Con el tiempo, Ernesto fue elegido como abad del monasterio de Zwiefalten, un cargo que aceptó con humildad y dedicación. Durante su liderazgo, continuó fomentando la vida monástica según la Regla de San Benito y fortaleció la caridad y la hospitalidad en el monasterio. Se convirtió en un ejemplo para sus hermanos monjes y para la comunidad local.

La caridad de San Ernesto se extendió más allá de las paredes del monasterio. Durante una época de hambruna en la región, abrió las puertas del monasterio para dar refugio y alimento a los necesitados. Su generosidad y amor por los pobres se hicieron legendarios.

Ernesto vivió una vida de simplicidad y humildad, evitando los lujos y las comodidades. Pasaba largas horas en oración y meditación, buscando una unión más profunda con Dios. Su ejemplo inspiró a otros a seguir una vida de devoción y austeridad.

Muerte de San Ernesto de Zwiefalten

Ernesto renunció a su cargo como abad y se enlistó para ir en la segunda cruzada dirigida por el emperador Conrado III. Antes de irse les dijo a sus compañeros religiosos que no volvería a verlos y así fue. San Ernesto de Zwiefalten falleció en noviembre del año 1148, aunque no sabe el día exacto ni donde murió, algunas tradiciones afirman que fue torturado por los musulmanes hasta causarle la muerte. Aún ya fallecido, su fama de santidad continuó creciendo, y la comunidad local comenzó a venerarlo como un santo. Su culto fue confirmado por la Iglesia Católica.

La vida de San Ernesto de Zwiefalten es un recordatorio de la importancia de la humildad, la caridad y la dedicación a la vida monástica. Su legado perdura como un ejemplo de santidad y servicio a Dios y a los más necesitados, y su memoria sigue siendo venerada en la región de Zwiefalten y más allá.

Más Sobre San Ernesto de Zwiefalten

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Oraciones a San Ernesto de Zwiefalten

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