Biografía San Eloy – 1 de diciembre
San Eloy fue el más famoso orfebre de Francia en el siglo VII, es decir, alguien que labra objetos de plata u oro. El santo también es conocido como Eligio.
Historia de San Eligio
Eloy nació en el año 588 en Limoges, Francia. Desde muy pequeño Dios le concedió unas grandes cualidades para trabajar con mucho arte el oro y la plata. Su padre también era gran un artista en trabajar metales y se dio cuenta de que el niño tenía capacidades excepcionales para el arte y lo mando a estar bajo la dirección de Abon, que era el encargado de fabricar las monedas en Limoges y fue este quién le enseño a lo necesario de esta labor.
Trabajos para el Rey
Cuando ya aprendió bien el arte de la orfebrería se fue a París y se hizo amigo del tesorero del rey. Clotario II le encomendó a Eloy que le fabricara un trono adornado con oro y piedras preciosas. El joven recibió tanto material que logró hacer dos hermosos tronos. El rey quedó admirado de la honradez, inteligencia, habilidad y muchas otras cualidades de Eloy y lo nombró jefe de la casa de moneda. Aún hoy en día se guardan monedas de aquellos lejanos tiempos.
San Eloy fabricó también los preciosos relicarios en los cuales se guardaron las reliquias de San Martín, San Dionisio, San Quintín, Santa Genoveva y San Germán. La habilidad del artista y su amistad con el monarca hicieron de él alguien muy conocido en Francia.
Un Hombre Humilde entre la Realeza
Eloy se propuso no dejarse llevar por las costumbres materialistas y mundanas de la corte, Por lo que, aunque vistiera muy bien, como empleado de la realeza, era muy mortificado en el mirar, comer y hablar. Era tan generoso y bondadoso con los necesitados que cuando alguien preguntaba: «¿Dónde vive Eloy?», le respondían: «siga por esta calle, y donde vea una casa rodeada por una muchedumbre de pobres, ahí vive Eloy».
Un día Clotario le pidió a nuestro santo que como todos los demás empleados jurara fidelidad al rey. Él se negaba porque había leído que Cristo recomendaba: «No juren por nada». Y además tenía miedo de que de pronto al monarca se le antojara mandarle cosas que fueran contra su conciencia. Al principio el rey se disgustó, pero luego se dio cuenta de que un hombre que tenía una conciencia tan delicada no necesitaba hacer juramentos para portarse bien.
Eloy se propuso ayudar a cuanto esclavo pudiera. Y con el dinero que conseguía pagaba para que les concedieran libertad. Varios de ellos permanecieron ayudándole a él durante toda su vida porque los trataba como un bondadoso padre.
Al santo le llamaba mucho la atención la soledad para poder orar y meditar. En una ocasión, el nuevo rey Dagoberto le regaló un terreno en Limousin, donde el santo fundó un monasterio de hombres. Luego el rey le regaló un terreno en París y allá fundó un monasterio para mujeres. A sus religiosos les enseñaba el arte de la orfebrería y varios de ellos llegaron a ser muy buenos artistas. Al cercar el terreno que el rey le había regalado en París, se apropió de unos metros más de los concedidos, y al darse cuenta fue donde el monarca a pedirle perdón por ello. El rey exclamó: «Otros me roban kilómetros de terreno y no se les da nada. En cambio, este buen hombre viene a pedirme perdón por unos pocos metros que se le fueron de más«. Esta demostración de humildad y honradez hizo que el Rey tuviera mucho aprecio por él que lo nombró embajador para tratar de obtener la paz ante un gobierno vecino que le quería hacer la guerra.
Nuevo Obispo de Rouen
Con el tiempo, Por sus grandes virtudes, Eloy fue elegido obispo de Rouen, y se dedicó con todas sus energías a obtener que las gentes de su región se convirtieran al cristianismo, porque en su mayoría eran paganas. Predicaba constantemente donde quiera que pasaba. Al principio aquellos bárbaros se burlaban de él, pero su bondad y su santidad los fueron ganando y se fueron convirtiendo todos aquellos que se burlaban de él y que se reían de las creencias de los cristianos. Cada año el día de Pascua bautizaba cientos de convertidos.
Actualmente se conservan 15 sermones suyos, en la mayoría ataca fuertemente a la superstición, a la creencia en maleficios, sales, lectura de naipes o de las manos, y recomienda fuertemente dedicar bastante tiempo a la oración, asistir a la Santa Misa y comulgar; hacer cada día la señal de la cruz, rezar frecuentemente el Credo y el Padrenuestro y tener mucha devoción a los santos. Insistía muchísimo en la santificación de las fiestas, en asistir a misa cada domingo y en descansar siempre en el día del Señor. Prohibía trabajar más de dos horas los domingos.
Fallecimiento de San Eloy
Cuando ya llevaba 19 años gobernando Rouen, supo mediante una revelación que tuvo, que se acercaba la hora de su muerte y comunicó la noticia a su clero. A los pocos días le comenzó una fiebre muy alta. Convocó a todo el personal que trabajaba en su casa de obispo y se despidió de ellos dándoles las gracias y prometiéndoles orar por cada uno. Todos lloraban fuertemente y esto lo conmovió a él también. Y el 1º. de diciembre del año 660 murió con la tranquilidad de quien ha dedicado su vida a hacer el bien y a amar a Dios.
¿De qué es patrono San Eloy?
San Eligio o San Eloy es el patrono de todas aquellas personas que trabajan o hacen arte con metales como los orfebres y joyeros.
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