Biografía de San Claudio de la Colombiere – 15 de febrero

Santo propulsor de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y fue el director espiritual de la mística Santa Margarita.

Historia de San Claudio de la Colombiere

Claudio nació cerca de Lyon, Francia, en el año 1641. Era de una familia muy piadosa y acomodada, al principio sentía mucho temor de convertirse en religioso. Luego de haber estudiado en un colegio de los Padres Jesuitas, comenzó en él, un entusiasmo enorme por esta Comunidad y pidió ser admitido como jesuita. Fue admitido y en la ciudad de Avignon hizo su noviciado y en esa misma ciudad dio clases por bastantes años.

Indicios de Santidad de San Claudio

En 1665, el año en que fue declarado santo San Francisco de Sales, los superiores encomendaron a Claudio de la Colombiere que hiciera el sermón del nuevo santo ante las religiosas Salesas o de la Visitación. Y en aquella ocasión brillaron impresionantemente las cualidades de orador de este joven jesuita, y las religiosas quedaron muy entusiasmadas por seguir escuchando sus palabras.

El Padre Claudio preparaba con mucho esmero y dedicación cada uno de sus sermones, y los escribía antes de pronunciarlos. No los leía al público, porque la lectura de un sermón le quita muchísima de su vitalidad, pero antes de proclamarlos se esmeraba en dejarlos escritos. En Avignon, en Inglaterra, y en París impresionó a todos los que lo escuchaban predicar.

Uno de los mayores descubrimientos de su vida y del que sacó más provecho fue el de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, tomado de las revelaciones que recibió Santa Margarita. Cuando Claudio cumplió los 33 años de edad, se propuso, después de hacer un mes de Retiros Espirituales, morir al mundo y a sus vanidades y dedicarse totalmente a la oración, a la vida interior, a la predicación y a la enseñanza del catecismo, y a dirigir cuantas más almas pudiera por el camino de la santificación.

Director Espiritual de Santa Margarita

En el año 1675 el Padre Claudio fue nombrado superior del colegio de los jesuitas en Paray le Monial, la ciudad donde vivía Santa Margarita. Esta santa se encontraba en un mar de dudas, y no hallaba un director espiritual que lograra comprenderla. Le había contado a un sacerdote las revelaciones y apariciones que le había hecho el Sagrado Corazón de Jesús, pero aquel sacerdote, que sabía poco de mística, le dijo que todo eso eran engaños del demonio. Entonces ella se dedicó a pedirle a Nuestro Señor que le enviara un santo y sabio sacerdote que la comprendiera y sus oraciones fueron escuchadas.

Escribe así Santa Margarita: «El Padre Claudio vino a predicarnos un sermón, y mientras él hablaba oí en mi corazón que Jesucristo me decía: ‘He aquí al sacerdote que te he enviado’. Después del sermón fui a confesarme con él, y me trató como si ya estuviera enterado e informado de lo que me estaba sucediendo. En la segunda confesión que hice con él le informé que yo sentía una gran aversión y repugnancia a confesarme, y me dijo que me felicitaba por esto, pues con vencer la tal aversión podía cumplir aquel mandato de Jesús que dice: ‘El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo’. Este piadoso sacerdote me fue guiando con gran sabiduría, y demostrando un gran respeto por mi alma me fue diciendo todo lo bueno y lo malo que había en mi corazón, y con sus consejos me consoló muchísimo. Me insistía continuamente que aceptara cada día el que se cumpliera en mí todo lo que la Santa Voluntad de Dios permitiera que me sucediera, y me enseñó a apreciar los dones de Dios y a recibir las comunicaciones divinas con fe y humildad».

San Claudio no sólo dirigió espiritualmente a la santa que el Sagrado Corazón escogió para hacerle sus revelaciones, sino que dedicó toda su vida restante y todas sus energías en propagar por todas partes la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Claudio Fue enviado a Inglaterra, y allí, como predicador de los altos empleados del gobierno, logró muchas conversiones de protestantes hacia el catolicismo. Su tema favorito era la devoción al Sagrado Corazón. Los protestantes, que eran muy numerosos y poderosos en aquel país extranjero, le inventaron toda clase de calumnias y obtuvieron que fuera puesto preso y se le condenara a muerte. Sólo la intervención del rey Luis XIV de Francia logró que no lo mataran, aunque todo el tiempo que pasó como prisionero le pasó factura a su salud.

Fallecimiento de San Claudio

El Santo Fue expulsado de Inglaterra a Paray le Monial, la ciudad desde donde se propagó a todo el mundo la devoción al Corazón de Jesús. Santa Margarita le anunció que él moriría en aquella ciudad y esto se cumplió el 15 de febrero del año 1682. Santa Margarita recibió una revelación en la cual se le decía que el Padre Claudio estaba ya gozando de la vida eterna en el cielo. En el año 1992, Claudio fue declarado santo por el Papa Juan Pablo II.

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