Biografía de San Braulio de Zaragoza – 26 de marzo
Santo obispo muy sabio que vivió en los siglos VI y VII.
Historia de San Braulio de Zaragoza
San Braulio fue discípulo y amigo del gran sabio San Isidro de Sevilla, a quién le ayudó mucho en la corrección y edición de sus libros.
El Nuevo Obispo de Zaragoza
Cuando su hermano Juan murió, que era obispo de Zaragoza, el clero y los fieles lo eligieron para que lo reemplazara en ese puesto.
Como el nuevo obispo de Zaragoza se preocupó mucho por tratar de que el pueblo se instruyera más en la religión y acabar con los grandes errores y las terribles herejías que se habían propagado en aquellos años, especialmente el arrianismo, una doctrina hereje que negaba que Jesucristo sea Dios verdadero.
La elocuencia de San Braulio era muy impresionante y su capacidad para convencer a quienes le escuchaban sus sermones hacían que las personas dijeran: «Parece que cuando está hablando, es el mismo Espíritu Santo el que le va diciendo lo que él tiene que decir«.
Los obispos de España lo eligieron para que fuera él quien tuviera las relaciones episcopales con el Papa de Roma. En la catedral, y en el famoso santuario de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, pasaba varias horas cada día rezando con mucho fervor.
Un Obispo del Pueblo y para el Pueblo
San Braulio aborrecía todo lo que fuera lujo y vanidad. Sus trajes eran sumamente pobres y su comida era igual como la de un obrero de clase baja. Todas las limosnas que le donaban las repartía entre los más necesitados. Se dedicaba con mucho esmero a enseñar a los ignorantes.
Las personas decían que era difícil encontrar en el país a alguien que fuera más sabio que él. En sus escritos se nota que había leído muchos autores famosos y se había instruido mucho. Estudió profundamente la Santa Biblia. Su estilo es elegante y lleno de bondad y de amabilidad. Se firmaba: «Braulio, siervo inútil de los santos de Dios«.
Los últimos años de su vida sufrió mucho por problemas de visión, algo que para él que era tan gran lector, era un verdadero martirio. Braulio aprovechaba su ceguera para dedicarse a rezar y meditar.
Tuvo como alumno a otro gran obispo que se convirtió en santo: San Eugenio.
Poco antes de morir le pareció escuchar aquellas palabras de Jesús: «Ven siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco, te pondré sobre lo mucho. Entra en el gozo de tu Señor«. Y respondió entusiasmado: «Voy pronto, Señor, ya estoy listo». San Braulio murió santamente en el año 651.
Más Sobre San Braulio de Zaragoza
Encuentra más información sobre San Braulio de Zaragoza en nuestra página.