Biografía de San Ambrosio Eduardo Barlow – 10 de septiembre
San Ambrosio Eduardo Barlow, nacido en Manchester, es un ejemplo conmovedor de valentía y fidelidad a la fe católica en tiempos difíciles. A pesar de las adversidades, dedicó su vida al servicio de Dios y de su comunidad.
Historia de San Ambrosio Eduardo Barlow
Ambrosio Eduardo Barlow nació en Manchester a finales del siglo XVI en una familia de alta posición social, pero a pesar de su educación protestante, regresó a la fe católica de sus antepasados. En su búsqueda de conocimiento y servicio a Dios, viajó a Douai y luego a Valladolid, donde estudió Teología y Filosofía y fue ordenado sacerdote en 1610.
Misión en Inglaterra
Su camino lo llevó a convertirse en monje benedictino en el convento de San Gregorio en Douai. Sin embargo, su corazón lo llamaba a una misión aún más desafiante: la misión inglesa. Durante 24 años, trabajó incansablemente en Lancashire, en la parroquia de Leigh, donde se convirtió en una figura querida y respetada por su comunidad.
La descripción de uno de sus penitentes revela su personalidad excepcional: «Era tan entretenido, ingenioso y alegre en sus conversaciones que, entre todos los hombres que he conocido, él representaba, en mi opinión, el auténtico espíritu de Sir Thomas More«. A pesar de las amenazas y los insultos que enfrentaba con frecuencia, nunca perdió la calma ni se enfadó, respondiendo con ingenio o una sonrisa.
Su vida estuvo marcada por su devoción a la fe católica y su servicio a la comunidad. En 1628, administró los últimos sacramentos al mártir San Edmundo Arrowsmith en la prisión y, después del martirio de este último, San Edmundo se le apareció en sueños, anunciando que él también sufriría. A pesar de haber estado en prisión en cuatro ocasiones, siguió trabajando incansablemente.
Captura y Fallecimiento de San Ambrosio Eduardo Barlow
Finalmente, en marzo de 1641, la Cámara de los Comunes obligó al rey Carlos I a emitir un decreto que exigía a los sacerdotes abandonar el reino bajo pena de traición. Ambrosio Barlow fue arrestado después de una procesión armada en su parroquia. A pesar de sufrir prisión durante cuatro meses, no renunció a su fe y se mantuvo firme en su identidad como monje benedictino.
En su juicio, Ambrosio Barlow defendió su presencia en Inglaterra argumentando que el decreto mencionaba a «los jesuitas y los sacerdotes de seminario«, y él era un monje benedictino. También explicó que había estado enfermo y no podía viajar. A pesar de su defensa, fue condenado a muerte el 8 de septiembre y martirizado 2 días después.
En el lugar de la ejecución, recitó el salmo «Miserere» mientras caminaba alrededor del cadalso. Luego, fue ahorcado, desmembrado y desentrañado. San Ambrosio Eduardo Barlow dejó este mundo como un mártir valiente y devoto, cuyo sacrificio continúa inspirando a generaciones de fieles católicos. Su vida nos recuerda la importancia de mantener la fe en tiempos difíciles y de servir a Dios y a la comunidad con amor y perseverancia.
San Ambrosio Eduardo Barlow fue beatificado por el Papa Pío XI el 15 de diciembre de 1929 y canonizado el 25 de octubre de 1970 por Pablo VI.
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