Biografía de San Aidano de Lindisfarne – 31 de agosto
Todo lo que se sabe acerca de Aidano, quién fue monje, abad, obispo de Lindisfarne y que murió el año 651, está asociado a su obra como misionero en el reino de Northumbria, y esto se encuentra en algunas pocas páginas que Beda le dedica en su Historia.
Historia de San Aidano de Lindisfarne
Oswald, reconquistará el trono de Northumbira en el año 633, luego de vivir desterrado en el monasterio de Iona, donde además de ser bautizado, aprendió la lengua de los celtas y recibió una instrucción básica. Una vez en el trono toma la decisión de evangelizar su reino, para lo que pide ayuda al monasterio en que conoció a Cristo, y tras el fracaso del primer misionero, Corman, es elegido Aidano.
Aidano en el año 635 es consagrado obispo, y con una pequeña comunidad de monjes se asienta en Lindisfarne, una isla del Mar del Norte a poca distancia de la costa, frente a la cual está la fortaleza de Bamburgh, lugar en donde vivía el rey.
Un Gran Monje y Abad
La colaboración entre rey y el obispo fue excelente. El rey entrega en donación tierras y ayudas para fundar monasterios, oratorios y lugares de culto, y además acompaña a su obispo en los viajes por las distintas partes del país, y a menudo el rey se presta a hacer de traductor de la predicación de Aidano.
El historiador Beda dice que Aidano estaba particularmente dotado de la gracia de la discreción, que es la madre de las virtudes. Junto a esta gracia brillan en Aidano la mansedumbre, el sentido del deber, el celo incansable, la generosidad con los pobres y el gusto por la oración contemplativa hecha en la soledad, según cuenta la tradición del monaquismo céltico. El santo para practicarla solía retirarse a los inaccesibles acantilados de la islita de Inner Farne, más lejos de tierra firme. Cabe señalar que, además de la amabilidad y mansedumbre, Aidano supo encontrar la fuerza de hablar abiertamente y sin temor ante los ricos y poderosos que no cumplen con su deber. Tenía un gran balance entre el ayuno y la participación, si se le invitaba a los banquetes en el palacio del rey. Las donaciones que recibía no las usaba en comprar la protección de los poderosos; pero si lo tiene o lo recibe, lo emplea para los pobres, sobre todo para el rescate de los esclavos, que a menudo después, acogidos en sus monasterios, se convierten en discípulos suyos: algunos, educados e instruidos por él, llegan incluso al sacerdocio.
Fallecimiento de San Aidano
Beda nos dice que el obispo solía moverse a pie, quizá por humildad, aunque se cree que esto es por si se le daba la oportunidad de detenerse a hablar con las personas que se encontraba, si eran paganos, los exhortaba a la conversión, si se trataba de creyentes, le gustaba leer con ellos un pasaje de la Escritura al objeto de reforzar su fe.
En concordancia con todo un estilo de vida, Aidano fallece en una especie de tienda apoyada a en pared lateral de una iglesia, no lejos de la fortaleza real de Bamburgh el día 31 de agosto del año 651.
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