Biografía de Beato Mateo de Agrigento – 7 de enero
Fue un fraile franciscano desde los 18 años y posteriormente se convirtió en un gran obispo de Agrigento.
Historia de Beato Mateo de Agrigento
Mateo de Gallo Cimarra vio la luz por primera vez en 1380 en Agrigento, descendiente de padres españoles, coincidiendo con el nacimiento de San Bernardino de Siena. Desde sus primeros días, su madre inculcó en él valores de piedad y una fe fervorosa, enseñanzas que Mateo acogió con gratitud. Al cumplir 18 años, ingresó a la orden franciscana en España, a donde se había trasladado con su familia. Durante su formación, obtuvo doctorados en filosofía y teología, y finalmente, en 1403, fue ordenado sacerdote. Durante cuatro años, compartió su sabiduría con sus compañeros franciscanos en su tierra natal.
Gran Compañero de San Bernardino de Siena
Paralelamente, San Bernardino de Siena comenzaba su labor apostólica en Italia. Mateo, inspirado por esta misión, partió hacia Siena, siendo acogido por San Bernardino como su aliado en la obra apostólica. Durante aproximadamente quince años, ambos colaboraron intensamente en promover el culto al Santísimo Nombre de Jesús, la devoción a la Virgen María y en revitalizar los ideales originales de la Orden Franciscana. Además, Mateo fue instrumental en establecer nuevos conventos como centros de espiritualidad franciscana en lugares como Valencia y Barcelona.
En 1443, Mateo fue seleccionado como Provincial de Sicilia, supervisando una impresionante red de 50 conventos, destacando 38 bajo la advocación de Santa María de Jesús. Durante este período, recorrió Sicilia proclamando la palabra de Dios, reafirmando la dignidad sacerdotal, avivando la fe de los creyentes y atrayendo a muchos pecadores hacia la redención, acompañando sus palabras con milagros.
Cuando San Bernardino de Siena enfrentó acusaciones de herejía por su predicación sobre el Nombre de Jesús ante el Papa Martín V, Mateo, junto a San Juan de Capistrano, defendió con fervor la ortodoxia de su maestro, logrando que el proceso concluyera a favor de San Bernardino.
Fallecimiento de Beato Mateo de Agrigento
Eugenio IV, reconociendo su virtud y liderazgo, lo designó obispo de Agrigento en 1451. Allí, Mateo no solo consolidó su rebaño espiritual, sino que también luchó contra prácticas corruptas y redistribuyó las riquezas del obispado en favor de los menos privilegiados. Sin embargo, enfrentó acusaciones infundadas ante el mismo Papa Eugenio IV, quien, después de evaluar los hechos, exoneró a Mateo de toda culpa.
Después de tres años como obispo, Mateo decidió renunciar y regresar al convento de Santa María de Jesús en Palermo, donde pasó sus últimos años en aislamiento y contemplación, siendo un modelo de virtud. Finalmente, el 7 de enero de 1451, Mateo falleció a la edad de 71 años. Su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación debido a los numerosos milagros que allí acontecían.
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