Oraciones a la Virgen Inmaculada

El 8 de diciembre celebramos la Inmaculada Concepción de María, una solemnidad hermosa dentro de iglesia Católica.

Oración a la Virgen Inmaculada

Una vez más estamos aquí para rendirte homenaje a los pies de esta columna, desde la cual tú velas con amor sobre Roma y sobre el mundo entero, desde que, hace ya ciento cincuenta años, el beato Pío IX proclamó, como verdad de la fe católica, tu preservación de toda mancha de pecado, en previsión de la muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo.

¡Virgen Inmaculada!

Tu intacta belleza espiritual es para nosotros una fuente viva de confianza y de esperanza.

Tenerte como Madre, Virgen Santa, Nos reafirma en el camino de la vida como prenda de eterna salvación. Por eso a ti, oh María, Confiadamente recurrimos.

Ayúdanos a construir un mundo donde la vida del hombre sea siempre amada y defendida, toda forma de violencia rechazada, la paz buscada tenazmente por todos.

¡Virgen Inmaculada!

En este Año de la Eucaristía concédenos celebrar y adorar con de renovada y ardiente amor el santo misterio del Cuerpo y Sangre de Cristo.

En tu escuela, o Mujer Eucarística, enséñanos a hacer memoria de las maravillosas obras que Dios no cesa de realizar en el corazón de los hombres. Con premura materna, Virgen María, guía siempre nuestros pasos por los senderos del bien.

¡Amén!

Oración a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción

Virgen Santa e Inmaculada, a Ti, que eres el orgullo de nuestro pueblo y el amparo maternal de nuestra ciudad, nos acogemos con confianza y amor.

Eres toda belleza, María. En Ti no hay mancha de pecado.

Renueva en nosotros el deseo de ser santos: que en nuestras palabras resplandezca la verdad, que nuestras obras sean un canto a la caridad, que en nuestro cuerpo y en nuestro corazón brillen la pureza y la castidad, que en nuestra vida se refleje el esplendor del Evangelio. Eres toda belleza, María. En Ti se hizo carne la Palabra de Dios.

Ayúdanos a estar siempre atentos a la voz del Señor: que no seamos sordos al grito de los pobres, que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos, que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes, que amemos y respetemos siempre la vida humana. Eres toda belleza, María. En Ti vemos la alegría completa de la vida dichosa con Dios.

Haz que nunca perdamos el rumbo en este mundo: que la luz de la fe ilumine nuestra vida, que la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos, que el ardor entusiasta del amor inflame nuestro corazón, que nuestros ojos estén fijos en el Señor, fuente de la verdadera alegría.

Eres toda belleza, María. Escucha nuestra oración, atiende a nuestra súplica: que el amor misericordioso de Dios en Jesús nos seduzca, que la belleza divina nos salve, a nosotros, a nuestra ciudad y al mundo entero.

Amén.

Más Sobre Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción

Encuentra más información sobre Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción en nuestra página.

Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María – 8 de diciembre

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