Biografía de San Pelayo de Córdoba – 26 de junio
Este joven santo fue uno de los mártires victima de los moros en tierras españolas.
Historia de San Pelayo de Córdoba
Nació en Creceinte, actual España, en el año 911.
Su martirio es de los más crueles que se han escrito, se cuenta que fue por fue por despedazamiento o desmembramiento mediante tenazas de hierro. Tras la batalla de Valdejunquera en el año 920, muchos cristianos del Reino de León fueron tomados como prisioneros y llevados a Córdoba, entre los que estaban Pelayo y su tío, Hermigio, obispo de Tuy. Éste es liberado con el fin de reunir el rescate, mientras que Pelayo queda en calidad de rehén.
La tradición cuenta que Abderramán III le requirió contactos sexuales al joven santo, a los que se negó rotundamente, lo que provocó su tortura y muerte.
Durante los cuatro años que pasó en Córdoba en como rehén prisionero, sin que el rescate fuera pagado por su tío obispo, Pelayo destacó por su inteligencia y su fe, haciendo proselitismo de Cristo, insistiendo en que esta actividad fue la que provocó que fuera tentado por Abderramán III para convertirse al islamismo, lo que él rechazó diciendo lo siguiente:
«Si, oh rey, soy cristiano. Lo he sido y lo seré por la gracia de Dios. Todas tus riquezas no valen nada. No pienses que por cosas tan pasajeras voy a renegar de Cristo, que es mi Señor y tuyo, aunque no lo quieras».
Luego de su martirio comenzó a recibir culto. A partir del siglo XI, en que los reinos cristianos intervenían en la política interior de los reinos de taifas, muchos santos cristianos fueron trasladados al norte, y este fue lo que ocurrió con sus restos: primero a León y luego al monasterio benedictino de Oviedo que lleva su nombre. El martirio del santo ocurrió el 26 de junio de 925 en Córdoba.
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