Biografía de San Marcelino Champagnat – 6 de junio
San Marcelino es un gran ejemplo de como se debe enseñar y hacer su labor con santidad y preparar de la mejor manera a otras personas.
Historia de San Marcelino Champagnat
En Rosey, cerca de Lyon, Francia, nació Marcelino Champagnat el mismo año de la revolución francesa, 1789. Era hijo de Juan Bautista y María Teresa, quienes tuvieron 10 hijos, siendo Marcelino el noveno. Su familia era bastante conocida en el lugar ya que su padre era el alcalde, también poseían un molino y una pequeña granja en donde Marcelino trabajó durante su niñez.
Niñez y juventud de San Marcelino
Cuando tenia 10 años comenzó a ir a la escuela, pero no le gustó, por lo que al poco tiempo ya no volvió. Al no estudiar, Marcelino comienza a hacer negocios, comprando animales para engordarlos y venderlos a mayor precio, también trabajaba en construcción y mediante esto, se fue haciendo de ahorros los que utilizaría más adelante para pagar sus propios estudios. Una tía del santo, le leía biografías de santos, las que hicieron que Marcelino le tomara un amor a la religión.
Cuando ya tenía 14 años, un sacerdote paso por donde vivía, iba reclutando jóvenes que quisieran convertirse en sacerdotes, el vio algo especial en Marcelino por lo que le dijo, “tienes que estudiar para ser sacerdote, Dios lo quiere”, estas palabras ayudaron a Marcelino quien se decidió al poco tiempo en estudiar para convertirse en sacerdote.
Estudios religiosos de San Marcelino
Marcelino entro al seminario menor, pero con muchos problemas ya que, al no haber ido a la escuela, casi no sabía leer ni escribir, por lo que suspendió el primer año y se le indicó que mejor lo dejara y regresara a su casa. Con mucho esfuerzo y dedicación, Marcelino siguió estudiando y poco a poco logró avanzar en su camino, llegando así entrar al seminario mayor de Lyon cuando tenía 24 años de edad. Ya en el seminario mayor, Marcelino junto a otros compañeros suyos, tienen la idea de fundar una congregación de hermanos con la finalidad de enseñar y dar catequesis a los niños.
Luego de 3 años, fue ordenado sacerdote y fue ubicado en La Valla, un pequeño pueblo sin escuela y muy pocos iba a la iglesia, poco a poco los lugareños fueron tomándole aprecio. Marcelino era muy amable y enérgico, era muy popular entre los jóvenes a tal punto que todos esperaban con ansias desde muy temprano a que el santo les impartiera catequesis.
Devoción a la Virgen María de San Marcelino
Marcelino había consagrado su sacerdocio a la Virgen María, era muy devoto a ella, un día, visitó el santuario Mariano de la Fourviere, recordó los planes que una vez tuvo con sus compañeros seminaristas y tuvo la inspiración para fundar la congregación especializada en enseñar a niños y jóvenes y propagar la devoción a nuestra Madre. De esta, Marcelino queda decidido a fundar una congregación en el año 1816, aunque no fue fundada hasta un año después.
Fundación de la Congregación de los Hermanos Maristas
Marcelino conoció una vez a un joven que estaba muy enfermo, él no le importaba nada acerca de la religión y repudiaba todo lo cristiano, gracias a las enseñanzas de nuestro santo es que aquel joven se convirtió y lo preparó cristianamente para el día de su muerte que ocurrió poco después, este suceso fue el mayor detonante para que Marcelino se decidiera en fundar la congregación el día 2 de enero de 1817.
Comenzó en una casa pequeña y pobre que estaba cerca de la parroquia y era alquilada. Comenzó con 2 jóvenes llamados Juan María Granjon y Juan Bautista Audras. Poco a poco llegaron mas jóvenes con el deseo de ser parte de la comunidad Marista. Luego de un par de años, Marcelino les dio a los jóvenes un hábito y firmaron sus votos religiosos.
Luego de un tiempo había tantos Maristas que tuvieron que hacer una casa mas grande, habían fundado varias escuelas en los pueblos cercanos, los alcaldes pedían que la congregación creciera y se peleaban por ver a donde fundarían otro monasterio. Durante muchos años, San Marcelino se entregó a su labor de la mejor manera, llevando la palabra a muchos jóvenes y haciendo crecer la comunidad de una manera increíble.
Muerte de San Marcelino Champagnat
En la madrugada del 6 de junio del año 1840, Marcelino fallece rodeado de sus compañeros Maristas, la comunidad en ese entonces había crecido a tal punto que ya eran 300 hermanos, ya había 50 casas y escuelas y cerca de 7000 alumnos. Fue beatificado por el Papa Pío XII en 1955 y canonizado en 1999 por el Papa Juan Pablo II.
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