Biografía de San Gil – 1 de septiembre
Monje antiguo que se retiró para tener una vida eremítica y que su historia se extendió hace más de 8 años.
Historia de San Gil
Gil fue un monje medieval, formado en Carracedo y fue enviado a San Martín de Castañeda para reformar la vida monástica de aquel monasterio. En ese lugar permaneció por varios años hasta que lo destinaron a un priorato propio del monasterio, llamado Santa Cruz de Casayo, ubicado en la montaña entre Galicia y León.
Vida como Ermitaño
Allí permaneció varios años, estando al servicio de los fieles que vivían en los alrededores, pero siempre tenía el deseo de tener una vida eremítica, la que con permiso de sus superiores, pudo cumplir al retirarse a las montañas contiguas, en compañía de otro monje, donde vivieron como ermitaños, cada cual en su propia ermita, pero con poca distancia uno de otro.
Se cuenta que, durante mucho tiempo, una cierva llegaba hasta donde el santo y se dejaba ordeñar para que tomara de su leche, por esta razón es que se le representa con una cierva.
Ambos monjes solitarios perseveraron en el nuevo estado de vida, hasta que Dios llamó para sí a San Gil, y su compañero ermitaño dejó constancia la vida de San Gil en una inscripción que durante siglos se conservó en la ermita. Se desconoce con exactitud en que fechas vivió el santo, pero podemos ubicar su existencia en la segunda mitad del siglo XII y la primera del XIII.
Propagación de la Historia de San Gil
Quien más ha profundizado en su vida fue el monje de Carracedo, fray Ambrosio Alonso, aunque no se sabe puede asegurar su información.
En el siglo XVI, un sacerdote de Casayo, queriendo honrar la memoria de San Gil, mandó a destruir la capilla primitiva que el mismo santo había construido para mandar a construir otra ermita mejor, y esta es la que ha llegado hasta nuestros tiempos debido a varias mejoras realizadas con el paso de los años. Los monjes de Carracedo lo han venerado como uno de sus santos más distinguidos. Su imagen, un relieve con la efigie del santo, está vestida con el hábito blanco de los monjes cistercienses. Una inscripción dice: “San Gil, monje de Carracedo, abad de San Martín de Castañeda y eremita en Casayo”. Hoy ese relieve se puede encontrar en la ermita de San Roque en Cacabelos.
En el pueblo de Galende, cerca del lago de Sanabria, Gil recibe gran veneración en una ermita que está dedicada a su nombre. Fue construida en agradecimiento por milagro otorgado a un habitante del pueblo, quien estaba completamente ciego, pero al pedir la intercesión del santo, recobró la vista. Desde este lugar es que proviene que se le invoque de manera especial para curar la ceguera.
¿De qué es Patrono San Gil?
Como mencioné antes, San Gil es considerado como el patrono contra la ceguera y se le pide a él para curar dicha enfermedad.
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