Biografía de San Francisco Javier María Bianchi – 31 de enero
San Francisco Javier María Bianchi fue un gran sacerdote Barnabita, se cuenta que gracias a sus oraciones, las erupciones del volcán Besubio cesaron.
Historia de San Francisco Javier María Bianchi
Francisco Javier María Bianchi, nacido en Arpino, cuna de Cicerón, el 10 de diciembre de 1743, recibió el bautismo en honor a San Francisco Javier. Su padre, Carlos Antonio, dirigía una fábrica de tejidos de lana conocida por su modelo ejemplar en virtud y caridad hacia los obreros. La madre, Faustína Morelli, superaba al esposo en virtudes cristianas, transformando su hogar en un hospital para enfermos y necesitados. Este entorno influyó en la formación de Francisco, quien desde temprana edad mostró signos de santidad.
Para completar su educación, fue enviado al seminario de Nola, donde confirmó su vocación religiosa. En este lugar, tuvo contacto con el fundador de los redentoristas, San Alfonso María de Ligorio. Después de cursar filosofía en Nola y pasar tiempo en Nápoles, ingresó en 1762 al instituto de los barnabitas, donde inició sus estudios teológicos y recibió las órdenes sagradas en 1767. Su salud quebrantada lo llevó a enseñar retórica en Arpino antes de regresar a Nápoles como profesor de filosofía.
Durante doce años, ejerció como propósito en el colegio de Santa María in Cosmedin, destacando en su apostolado en el confesionario y el púlpito. Fue conocido como el «San Felipe de Nápoles» por su dirección espiritual y discreción en el trato de los espíritus. A pesar de ofrecimientos para ocupar cátedras y cargos, mantuvo su enfoque en la enseñanza y el servicio pastoral.
Milagros de San Francisco Javier Bianchi
El siglo XVIII estaba marcado por la búsqueda de conocimiento, y los barnabitas, con sus prestigiosos colegios, fomentaron este afán cultural. Francisco Javier compartía esta pasión, como se refleja en su erudición, correspondencia con su tío y su extensa biblioteca que abarcaba desde lenguas antiguas hasta filosofía. Aunque enfrentó la persecución a las órdenes religiosas, procuró salvar la caja de beatificación de la madre Francisca de las Llagas y treinta cajas de libros.
Los testimonios para su beatificación están llenos de relatos extraordinarios, destacando episodios relacionados con erupciones del Vesubio. En momentos de peligro, su confianza en la oración detuvo la lava en dos ocasiones, lo que asombró a quienes lo presenciaron.
Fallecimiento de San Francisco Javier María Bianchi
En sus últimos años, sufrió una enfermedad prolongada y dolorosa, pero continuó su apostolado desde la soledad de su celda. La dispersión de las órdenes religiosas y el abandono de sus amigos marcaron este período difícil. A pesar de las adversidades, mantuvo su devoción, recibiendo la Eucaristía diariamente hasta su fallecimiento el 31 de enero de 1815. La fama de su santidad se extendió rápidamente después de su muerte, respaldada por numerosos milagros. La Iglesia lo canonizó solemnemente, reconociendo la vida virtuosa y los dones extraordinarios de Francisco Javier María Bianchi.
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