Biografía de San Simeón el Estilita – 27 de julio
Santo peculiar que vivió la mayor parte de su vida sobre una columna.
Historia de San Simeón el Estilita
San Simeón el Estilita nació en algún punto alrededor del año 400 en el pueblo de Sisan, lugar cercano a Tarso, pueblo donde nació San Pablo. Cuando era niño se dedicaba a pastorear ovejas en los campos, pero en su corazón y en su mente siempre estuvo un gran deseo de ser santo y ver al Padre en el cielo, este deseo comenzó a crecer y cobrar mayor fuerza con el pasar del tiempo. Cuando cumplió 15 años de edad entró a un monasterio, donde pasaba rezando intensamente y haciendo penitencias extremas para la conversión de su alma, así también alejar las tentaciones y la conversión de las almas pecadoras.
Vida con Mucha Penitencia de San Simeón
Simeón era demasiado severo con sus penitencias, por lo que el Abad le ordenó irse del monasterio por temor a que otros monjes también siguieran su ejemplo y se hicieran daño. El santo fue a vivir a una caverna. En dicho lugar, vivió las más extremas y duras penitencias con tal de lograr la pureza de su alma.
Muchos cristianos llegaban a visitar al santo, quien predicaba con gran pasión muchos sermones y homilías; también acudían funcionarios reales y hasta el mismo emperador lo visitaba para pedirle consejos muy sabios y así lograr la convivencia pacífica y armoniosa en su reino. Muchas de estas personas le rompían su manto para guardar ese trozo como reliquia.
San Simeón Conocido como el Estilita
Para continuar en oración sin ser interrumpido por las personas, mandó a construir una columna de 3 metros para vivir encima. Al principio su idea funcionó, pero después las personas llegaban en mayor cantidad por lo que mandó a agrandar aquella columna hasta los 7 metros y al pasar lo mismo, pidió que su columna fuera de 17 metros. En esta columna pasó el resto de su vida y de esta forma de vivir es que se le llamaba como el Estilita, ya que en griego columna significa Stilos.
Fallecimiento de San Simeón el Estilita
Sólo comía una vez a la semana, casi todo del día y la noche pasaba rezando. Murió el 5 de enero del año 459. Estaba arrodillado rezando, con la cabeza inclinada, y así se quedó muerto, como si estuviera dormido. En su sepulcro se obraron muchos milagros y junto al sitio donde estaba su columna se construyó un gran monasterio para monjes que deseaban hacer penitencia.
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