Biografía de Beato Miguel Kozal – 26 de enero
El Beato Miguel Kozal se erige como uno de los muchos hijos de Polonia que, con su fe inquebrantable, testimonian la identidad católica, incluso pagando el precio más alto: sus vidas. Su beatificación tuvo lugar el 14 de junio de 1987 en Varsovia, durante una de las peregrinaciones del Papa Juan Pablo II a su patria.
Historia de Beato Miguel Kozal
Nacido el 25 de septiembre de 1893 en Nowy Folwark, un pequeño pueblo de la parroquia de Krotoszyn, en la arquidiócesis de Poznan, Polonia, Miguel Kozal proviene de la unión de John Kozal y Marianna Placzek. A pesar de crecer en una familia numerosa y modesta, la religiosidad impregnaba su hogar. Desde sus primeros años, demostró un interés innato por lo sagrado y se destacó como alumno ejemplar en la escuela elemental.
En 1905, ingresó al gimnasio Krotoszyn, donde mantuvo su posición de liderazgo académico durante nueve años. Fue durante este tiempo que entró en contacto con la «Asociación Tomás Zen», una organización católica clandestina que se oponía a la política de «alemanización» de la educación. Su activismo en esta organización creció, convirtiéndose eventualmente en su presidente.
Tras completar sus estudios de gimnasio en 1914, ingresó al Seminario Leonium de Poznan. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial afectó sus estudios, y tuvo que terminarlos en Gniezno. El 23 de febrero de 1918, fue ordenado sacerdote en una ceremonia realizada en la catedral.
Crecimiento Espiritual de Beato Miguel Kozal
Los primeros años de su ministerio pastoral se desarrollaron en diversas parroquias, donde su celo y dedicación llamaron la atención. Mientras desempeñaba sus responsabilidades, continuó sus estudios teológicos con excelentes resultados. En 1922, el Cardenal Edmundo Dalbor lo nombró prefecto de la escuela católica femenina de humanidades de Bydgoszcz, y en 1927, director espiritual del Seminario Mayor de Gniezno.
Su labor pastoral y espiritual fue tan exitosa que, en 1929, fue nombrado rector del seminario, a pesar de no tener un título académico, destacando su capacidad de liderazgo y su dedicación. Este período de liderazgo prudente y ejemplar se extendió por casi diez años hasta que, el 12 de junio de 1939, Pío XII lo nombró obispo auxiliar de Wloclawek, con el título de obispo titular de Lappa. La ceremonia de consagración tuvo lugar el 13 de agosto de 1939, en la Catedral de Wloclawek.
Pocos días después de su nombramiento, el 1 de septiembre de 1939, las tropas nazis invadieron Polonia, marcando el inicio de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de las circunstancias difíciles y las invitaciones para que abandonara la ciudad, el obispo Kozal decidió quedarse, convirtiéndose en un faro de esperanza para los habitantes de Wloclawek.
Arresto y Tortura de Beato Miguel Kozal
La ocupación nazi desencadenó una persecución sistemática contra la Iglesia. Las publicaciones católicas fueron suprimidas, los edificios eclesiásticos confiscados, y el clero arrestado. Enfrentando el terror nazi, el obispo Kozal protestó vigorosamente por los abusos contra la Iglesia, pero sus esfuerzos cayeron en oídos sordos. Esto resultó en una orden de presentarse ante la Gestapo, que lo arrestó el 7 de noviembre de 1939.
El obispo Kozal fue torturado y aislado en la cárcel de Wloclawek. Posteriormente, el 16 de enero de 1940, junto a otros sacerdotes, fue transferido a Lad bajo arresto domiciliario, desde donde secretamente contactaba con la diócesis y organizaba el seminario. Sin embargo, la situación empeoró y, a pesar de los esfuerzos de la Santa Sede por salvarlo, el 3 de abril de 1941, fue llevado al campo de concentración de Inowroclaw.
El obispo Kozal informó sobre las lesiones sufridas por la tortura nazi, pero esto no detuvo su sufrimiento. El 25 de abril de 1941, fue transferido al campo de concentración de Dachau, donde recibió el número 24544. En Dachau, las torturas eran frecuentes, especialmente para el clero católico, y una epidemia de tifo afectó a muchos deportados.
Martirio de Beato Miguel Kozal
Mientras sufría las atrocidades del campo, el obispo Kozal cayó gravemente enfermo. El 25 de enero de 1943, junto con un pariente, fue transferido a una cabaña llamada «Revier». Al día siguiente, un grupo de doctores lo visitó, y su líder le aplicó una inyección en el brazo derecho. Pocos minutos después, el obispo Kozal falleció. Se desconoce la naturaleza de la sustancia inyectada, pero su cuerpo fue incinerado en el crematorio de Dachau el 30 de enero de 1943.
En 1954, en la catedral de Wloclawek, se erigió una lápida monumental en memoria del martirio del obispo Miguel Kozal y otros 220 sacerdotes de la diócesis que murieron en Dachau. Su vida y sacrificio lo consolidan como un valiente testigo de la fe católica, un pastor intrépido y una víctima del régimen nazi que luchó por la libertad religiosa hasta el último aliento.
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