Biografía de Beato Carlo Acutis – 12 de octubre
Beato del siglo XXI. Es un gran ejemplo de como en los tiempos actuales se puede alcanzar la santidad.
Historia de Beato Carlo Acutis
Carlo Acutis, un joven excepcional nacido en Londres en 1991, dejó una huella indeleble en el mundo con su profunda espiritualidad y devoción a la Iglesia Católica. Aunque sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, eran italianos, Carlo vino al mundo en tierras británicas debido a los compromisos profesionales de su familia en ese momento. Sin embargo, poco después de su nacimiento, la familia Acutis regresó a Italia y se estableció en Milán.
La historia de Carlo está marcada por una sed inusual de Dios desde muy joven. A pesar de que sus padres no eran practicantes asiduos de la religión, Carlo demostró un interés innato por lo espiritual. Su madre, Antonia, recordó cómo su hijo le hacía preguntas profundas sobre la fe que a menudo la dejaban perpleja. Carlo tenía una conexión especial con lo divino que lo motivaba a buscar respuestas a cuestiones espirituales desde temprana edad.
Vida Santa de Beato Carlo Acutis
Uno de los rasgos notables de Carlo fue su amor y devoción a la Eucaristía. Cuando pasaban por delante de iglesias, solía decir a su madre: «Mamá, vamos a entrar a saludar a Jesús y le rezamos una oración». Este niño, desde su tierna infancia, ya entendía la importancia de la presencia de Cristo en la Eucaristía.
Lo que hizo aún más asombrosa su conexión con lo divino fue descubrir que Carlo leía la vida de los santos y la Biblia por sí mismo. Estudiaba las vidas de aquellos que habían vivido vidas santas y encontró inspiración en sus historias. A través de su lectura y su profunda espiritualidad, desarrolló una relación única con Dios.
Cuando Carlo comenzó su catequesis, su devoción a la fe se hizo aún más evidente. Después de cada celebración, se quedaba para la Adoración Eucarística. Esto era inusual para un niño de su edad, pero Carlo estaba comprometido con su relación con Cristo. También se confesaba con frecuencia, entendiendo que la reconciliación espiritual era fundamental para su crecimiento espiritual. Utilizaba metáforas simples pero profundas para explicar sus creencias, como decir que el alma necesita «descargar peso» a través de la confesión, similar a quitar lastre de un globo para elevarse.
A pesar de su profunda espiritualidad, Carlo era un niño de su tiempo. Disfrutaba de las actividades cotidianas y tenía amigos con los que jugaba a la PlayStation. Asistió al instituto de la plaza Tommaseo de las Hermanas Marcelinas y más tarde al Liceo León XIII, dirigido por los jesuitas, donde se hizo amigo de todos, incluyendo a aquellos que no compartían su fe. Incluso los no creyentes querían estar cerca de él, lo que muestra su capacidad para conectarse con las personas de diferentes trasfondos.
Un Santo en el Siglo XXI
En su hogar, Carlo nunca ocultó cuál era la fuente de su felicidad. Tenía un gran cuadro de Jesús en su habitación, visible para todos. Invitaba a sus amigos a asistir a la misa con él y animaba a otros a reconciliarse con Dios. Su madre recuerda que en uno de sus cuadernos personales, Carlo escribió: «La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios. La conversión no es otra cosa que desviar la mirada desde abajo hacia lo alto. Basta un simple movimiento de ojos«.
La humildad y la caridad también eran fundamentales en la vida de Carlo. En su casa trabajaba un hombre hindú llamado Rajesh como asistente doméstico. Entre ellos, desarrollaron una profunda amistad, y Rajesh se convirtió al catolicismo gracias a la influencia de Carlo. Rajesh cuenta que Carlo le decía que sería más feliz si se acercaba a Jesús, y finalmente, pidió el Bautismo cristiano. Esta amistad muestra cómo Carlo irradiaba caridad y amor hacia los demás, sin importar su religión o trasfondo.
A pesar de ser un niño de familia relativamente acomodada, Carlo nunca consideró que el dinero fuera algo que se debía malgastar. Utilizó sus ahorros para comprar un saco de dormir para un mendigo que veía en su camino a la iglesia y hacía donaciones a los frailes capuchinos que ayudaban a las personas sin hogar en Viale Piave.
La Exposición de los Milagros Eucarísticos
En 2002, Carlo y sus padres asistieron al Meeting de Rímini, un evento organizado por el movimiento Comunión y Liberación. Durante este evento, se le ocurrió una idea: crear una exposición sobre los milagros eucarísticos para mostrar la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Carlo, con su conocimiento en informática, documentó todo el material en un sitio web que inició a los 11 años, en 2002. Luego, pidió a sus padres que lo acompañaran en un viaje por toda Italia y Europa para recopilar material fotográfico relacionado con estos milagros.
Tres años después, la exposición estaba lista, y comenzaron a recibir solicitudes de diócesis de todo el mundo para mostrarla. La exposición se convirtió en una herramienta poderosa para difundir la comprensión de la Eucaristía y la importancia de la fe en la vida de Carlo.
Fallecimiento de Beato Carlo Acutis
En 2006, cuando Carlo tenía 15 años, enfermó repentinamente. Lo que parecía ser una gripe común resultó ser una leucemia fulminante, del tipo M3, una de las más agresivas. La noticia de su enfermedad conmocionó a su familia y comunidad. A pesar de su sufrimiento, Carlo mantuvo una actitud positiva y ofreció sus sufrimientos por el Papa y la Iglesia.
En sus últimos días, Carlo pidió la unción de los enfermos y falleció el 12 de octubre de 2006, el día previo a la última aparición de la Virgen en Fátima. Su muerte conmovió a todos los que lo conocieron y admiraron su fe y valentía.
En su funeral, la iglesia y el cementerio se llenaron de personas desconocidas para la familia, quienes compartieron historias sobre cómo Carlo había impactado sus vidas. La madre de Carlo, Antonia, se dio cuenta de la influencia duradera de su hijo en los demás y se sintió profundamente conmovida por las palabras de aquellos que lo recordaban con cariño y gratitud.
Beatificación de Carlo Acutis
La causa de beatificación y canonización de Carlo Acutis comenzó en 2012, y en 2020 fue beatificado por el Papa Francisco. El milagro que condujo a su beatificación fue la curación inexplicable de un niño en Brasil que sufría una malformación congénita del páncreas después de las oraciones dirigidas a Carlo. Su vida y devoción a la Eucaristía continúan siendo una inspiración para muchos fieles en todo el mundo.
El legado de Carlo Acutis es un recordatorio poderoso de la importancia de la fe, la caridad y la humildad en nuestras vidas cotidianas. Su ejemplo nos invita a buscar a Dios en todas las cosas y a compartir el amor y la compasión con los demás, sin importar quiénes sean o de dónde vengan. Carlo Acutis, un joven santo moderno, sigue iluminando el camino de aquellos que buscan una relación más profunda con Dios y un compromiso con el prójimo.
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