Biografía de Beata Isabel Canori Mora – 5 de febrero
Una gran religiosa que fue fiel en un matrimonio a pesar de los maltratos y luego dedicó su vida al servicio de Dios. Es conocida por algunas de sus visiones. Es conocida tanto por Elizabeth como por Isabel.
Historia de Beata Elizabeth Canori Mora
Elizabeth Canori Mora, nacida en Roma el 21 de noviembre de 1774, provino de una familia acomodada, profundamente cristiana y dedicada a la educación de sus hijos. Estudió en las Hermanas Agustinas de Cascia entre 1785 y 1788, donde destacó por su inteligencia, vida interior profunda y espíritu de penitencia. A su regreso a Roma, vivió una vida tranquila hasta que, en 1796, a la edad de 21 años, contrajo matrimonio con Cristóforo Mora, un joven abogado romano.
Sufrimiento Durante el Matrimonio
Este matrimonio, aunque inicialmente fue una decisión reflexionada y madura, se vio empañado por la fragilidad psicológica de Cristóforo, quien llevó la serenidad familiar a la turbulencia. El esposo de Elizabeth se desvió, convirtiendo a una mujer de mal vivir en su amante. Con el tiempo, humilló y abusó de su esposa de diversas maneras, abandonó la abogacía y dilapidó el dinero en sus aventuras, sumiendo a su familia en la extrema pobreza y una creciente deuda.
A pesar de la violencia física y psicológica de su esposo, Elizabeth respondió con una fidelidad inquebrantable. Nunca buscó excusas o conveniencias para abandonar su hogar; para ella, primaba el código de fidelidad, amor y rendición total. Elizabeth, con paciencia gentil, ofreció penitencias y oraciones por la conversión de su esposo, rechazando la idea de separarse, incluso cuando familiares y amigos le aconsejaban lo contrario. Optó por amar, apoyar y perdonar, manteniendo la esperanza en la conversión de su esposo.
En 1801, Elizabeth experimentó una misteriosa enfermedad que la llevó al borde de la muerte, pero se curó de manera inexplicable. Este episodio marcó el inicio de sus experiencias místicas. Elizabeth se convirtió en una vidente con dones de visión y profecía, ofreciendo una visión de las tribulaciones de los últimos tiempos de la Iglesia. Las visiones de Elizabeth fueron impactantes y proféticas, proporcionando un testimonio de su conexión con lo divino.
A lo largo de su matrimonio, Elizabeth tuvo cuatro hijos, aunque los dos primeros murieron poco después de nacer. El abandono de su esposo la forzó a trabajar con sus propias manos para mantener a sus hijas, Marianna y Luciana. A pesar de las adversidades, Elizabeth dedicó mucho tiempo a la oración, la caridad hacia los pobres y el cuidado de los enfermos.
Conversión de su Esposo
La casa de Elizabeth se convirtió en un faro de ayuda material y espiritual para muchos. Su devoción a la familia se traducía en la creación de un espacio que fomentaba la vida, la fe, la solidaridad y la responsabilidad. Para ella, la familia era el templo donde acogía al «amado Señor, Jesús de Nazaret», así como a todos los que buscaban su ayuda.
En 1807, Elizabeth se unió a la Orden terciaria Trinitaria, respondiendo con dedicación a su vocación al matrimonio y la consagración secular. Sus virtudes humanas y cristianas, junto con su fama de santidad, se difundieron por Roma, Albano y Marino. Elizabeth se convirtió en un ejemplo viviente de paciencia, caridad y fe, irradiando su luz en medio de las dificultades.
Fallecimiento de Beata Isabel Canori Mora
Elizabeth Canori Mora falleció el 5 de febrero de 1825, asistida por sus dos hijas, y fue enterrada en la iglesia trinitaria de San Carlino alle Quattro Fontane en Roma. Cumpliendo con sus predicciones, su esposo se convirtió poco después, unió a la Orden Terciaria Trinitaria y finalmente se ordenó sacerdote de los franciscanos conventuales antes de su muerte el 9 de septiembre de 1845.
El legado de Elizabeth Canori Mora fue reconocido por el Papa Juan Pablo II, quien la beatificó el 24 de abril de 1994, junto al joven mártir Zaire Isidore Bakanja y la madre italiana santa, Gianna Beretta Molla, en el Año Mundial de la Familia. Sus visiones proféticas abordaron la decadencia moral y espiritual, anticipando el triunfo y la reforma de la Iglesia, ofreciendo una guía para los fieles en tiempos de desafíos. Elizabeth Canori Mora, con su vida y visión, sigue siendo un faro de inspiración para la Iglesia y las familias.
Visiones de Beata Isabel Canori Mora
La Beata tuvo algunas visiones, la primera fue el 25 de marzo de 1816 y lo que vio en sus propias palabras fue:
«A los miserables que cada día con mayor orgullo y desfachatez, de palabra y de obra, con incredulidad y apostasía, van pisoteando la santa religión y la divina ley. Se sirven de las palabras de la Sagrada Escritura y del Evangelio, corrompiendo su verdadero sentido para respaldar así sus perversas intenciones y sus torcidos principios».
La segunda visión fue el 15 de octubre de 1818 y lo que dice de dicha visión es:
«De repente me fue mostrado el mundo. Lo veía todo en revolución, sin orden ni justicia. Los siete vicios capitales (soberbia, lujuria, ira, envidia, pereza, guía y avaricia) eran llevados en triunfo, y por todas partes se veía reinar la injusticia, el fraude, el libertinaje y toda clase de iniquidades. Vio también Sacerdotes despreciando la Santa Ley de Dios y cómo se cubría el Cielo de nubes negras; se levantaba un tremendo huracán y en el mayor desconcierto se mataban los hombres unos a otros. En castigo de los soberbios que con impía presunción intentaban demoler la Iglesia desde los cimientos, permitía Dios a los poderes de las tinieblas abandonar los abismos del infierno . . .»
3 años después logró escuchar la voz de nuestro señor en donde le decía que, a pesar de lo anterior, la iglesia triunfaría, pues ésta saldría renovada de aquellas tormentas, encendida en el primitivo celo de la Gloria de Dios, y que sería recordada universalmente por los pueblos. Vendrá la reforma de la Iglesia . . . «y la restauración de todas las cosas no se verificará sin un profundo trastorno de todo el mundo, de todas las poblaciones”
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